En el ámbito laboral, la indemnización es un derecho fundamental que protege a los trabajadores en caso de despido. Cuando un empleador decide poner término a un contrato de trabajo, ya sea invocando causales legales o por acuerdo mutuo, debe entregar una indemnización al empleado.
Esta suma de dinero compensa por el tiempo de servicio y permite al trabajador hacer frente a la pérdida de ingresos. Sin embargo, si el despido se produce por causales establecidas en el artículo 160 del Código del Trabajo el trabajador no tendrá derecho a indemnización.
- Te podría interesar: Familias que son parte del 40% del RSH pueden acceder a $21.000 mensuales del IPS
¿Qué sucede si despiden a un trabajador sin indemnización?
Cuando un trabajador es despedido sin indemnización, es crucial entender el contexto detrás de esta decisión. Si el empleador invoca justificadamente alguna de las causales del artículo 160 del Código del Trabajo, como mala conducta, abandono de deberes o daños a la empresa, el trabajador no tendrá derecho a recibir indemnización.
Sin embargo, si el despido se considera injustificado o si no se ha presentado una causal válida, el trabajador tiene la opción de apelar ante el juez del trabajo. Este recurso debe ser presentado dentro de un plazo de sesenta días hábiles desde la fecha de despido.
Si el juez determina que el despido fue injustificado, el empleador estará obligado a compensar al trabajador con la indemnización correspondiente por años de servicio, además de la sustitutiva del aviso previo, tal como lo establece el artículo 168 del Código del Trabajo.
¿Cómo se calcula la indemnización?
El cálculo de la indemnización se realiza tomando en cuenta los años de servicio del trabajador en la empresa. Generalmente, la indemnización corresponde a un mes de sueldo por cada año de servicio, proporcional a los períodos inferiores a un año.
Además, si no se ha dado aviso previo del despido, se sumará una cantidad equivalente a la remuneración de un mes. Este procedimiento asegura que el trabajador reciba una compensación justa por su tiempo de trabajo y por la abrupta finalización de su contrato.