Pese a a que durante julio la tasa de crédito hipotecario llegó a su nivel más bajo en 17 meses, para todos los chilenos y chilenas es muy difícil acceder a uno, debido al alto costo. Es por estas mismas razones que las personas buscan las mejores alternativas.
Son muchos los bancos que ofrecen los servicios de préstamos hipotecarios, para la compra de viviendas a las personas. Además, es importante señalar que durante este año se aprobó el Fondo de Garantías Estatales, que entrega a las personas de clase media un 10 % del pie hipotecario para ayudar a pagar el 20 % que piden todos lo bancos para comprar la primera vivienda.
Cabe destacar que, cuando se solicite el crédito, tu propiedad quedará como garantía en el banco, por lo que es importante que simules tu préstamo antes de solicitarlo.
¿Cómo simular un crédito hipotecario?
Quienes estén interesados en realizar una simulación de un préstamo de los diferentes créditos hipotecarios y observas cuál es más conveniente, tienen que ingresar a la página web habilitada por la Comisión para el Mercado Financiero (CMF).
En el sitio, debes seleccionar cómo quieres que sea expresado el cálculo, ya que puede ser en pesos o UF. Después, hay que digitar el monto que quieres solicitar y el plazo en años en que se van a dividir las cuotas del crédito.
Por último, se oprime donde dice “Simular” para obtener el resultado con las tasas de interés de los diferentes bancos del país, el dividendo a pagar y el detalle de cada una de estas.
¿Quiénes pueden solicitar un crédito hipotecario?
Pese a que en cada entidad habrá diferentes requisitos, existe una serie de ellos que siempre se deben cumplir. Revisa cuáles son a continuación:
- Ser mayor de 18 o 21 años, dependiendo del banco en el que lo solicites.
- Ser chileno o extranjero con residencia definitiva en el país.
- No figurar como deudor en Dicom y tener buenos antecedentes comerciales.
- Tener un año de antigüedad laboral o inicio de actividades, en el caso de ser trabajador independiente.
- Tener una renta que permita pagar el dividendo, el cual no puede ser mayor al 25% del sueldo.
- Contar con ahorros para abonar un porcentaje del pie (10%, 20%, 30% o más).