Hoy sábado 4 de septiembre empieza a regir el horario de verano en Chile, lo que significa que los relojes se adelantan una hora, con el fin de que se aproveche más la luz natural. Sin embargo, este cambio podría impactar de diversas maneras en el sistema inmune, según indica John Ewer, investigador del Centro Interdisciplinario de Neurociencias de la Universidad de Valparaíso (CINV).
Además, el especialista reiteró los efectos negativos de la medida en relación al desempeño y la salud de las personas, advertencia que cobra relevancia considerando el contexto de pandemia que vive el planeta.
¿Cómo afecta en la salud este cambio de hora?
Según señaló el neurobiólogo de la Universidad de Valparaíso, este cambio de hora podría afectar en nuestro sistema dado que al levantarnos una hora antes de lo que despertábamos anteriormente podría traer efectos negativos, tanto crónicos como agudos.
"Eso tiene dos efectos, ambos negativos: el efecto agudo es que estaremos más dormidos los primeros días y, por lo tanto, tendremos más accidentes y cometeremos más errores; también habrá un aumento en el número de ataques al corazón".
Por otro lado, el especialista sostuvo que el efecto crónico va de la mano con el déficit de sueño, lo que tiene consecuencias importantes tanto sobre el desempeño de la persona como en la salud. "Si bien va a ser un efecto menor, impacta nuestro metabolismo y aumenta la incidencia o la severidad de enfermedades como la diabetes y la hipertensión, y eso causa al final obesidad. También de manera importante en esta época pandémica, se reduce la efectividad de nuestro sistema inmune, que es lo último que queremos".
Recordar que los relojes deben ser adelantados en una hora a las 24:00 horas de este sábado 4 de septiembre.
¿Cuál es la población más afectada?
Sin embargo, este cambio de hora podría afectar más a los jóvenes y adolescentes en comparación a los niños y adultos, dado que su horario de sueño y ritmo de vida son diferentes entre ambos grupos.
El doctor Ewer, argumenta que el grupo joven de la población naturalmente se despierta más tarde y que "para ellos el déficit de sueño será aún mayor que el déficit que tiene los niños y los adultos. Y, por lo tanto, cuando llegan al colegio o van a sus clases en línea en la mañana, ellos pierden una hora adicional de clases, esencialmente porque están una hora más dormidos", enfatizó.
Posible solución
No obstante, podría existir una solución a este problema que se presenta cada vez que el cambio de horario llega a instalarse durante un par de meses en la vida de los chilenos, para luego volver a cambiar.
El investigador de la UV, señala que la solución más afectiva sería quedarse con un solo horario para todo el año, el cual preferiblemente debiese ser el de invierno, dado que el sol está desde temprano y las personas naturalmente se despertaran desde antes que las alarmas suenen.
A pesar de que el horario de verano favorece en gran medida la vida de los adultos en cuanto a la luz natural que dura mucho más, no es beneficioso para la salud. "Si bien privilegia la vida de los adultos, deja afuera las consideraciones importantes sobre el desempeño y la salud de todos nosotros".
