Una alarmante denuncia surgió este fin de semana dentro de Gendarmería de Chile, esto tras el fallecimiento de Ignacia Albornoz Insulza, alumna del Curso B de la promoción 2024 de la Escuela de Formación Penitenciaria gendarme Alex Villagran Pañinao (ESFORPEN) de San Bernardo, en la Región Metropolitana.
La joven aspirante a gendarme perdió la vida producto de una neumonía causada por un presunto cuadro de influenza, el que de acuerdo a sus compañeros se agravó luego de que fuera obligada a realizar su entrenamiento de madrugada, en medio de la ola de frio que afecta a la zona central del país.
Obligada a trotar de madrugada sin vestimenta adecuada
Según relataron los jovenes a Radio Biobío, los oficiales a cargo del curso obligaron a Ignacia a salir a trotar a eso de las 05:50 de la mañana del martes 07 de mayo, sin contar con la vestimenta adecuada para protegerse del frío en un día que inició con lluvias y bajas temperaturas, y a pesar de la insistencia de la joven y del resto del curso de que no se encontraba en condiciones para proceder con el entrenamiento.
Al día siguiente, el miércoles 08, la condición de salud de Albornoz empeoró, por lo que la Escuela tomó la decisión de enviarla de regreso a su casa para que hiciera reposo y se recuperara. Sin embargo eso no sucedió y la joven falleció este fin de semana a causa de un paro cardiorespiratorio.
Tras su muerte, los compañeros de Ignacia y el resto de los padres de la Escuela expresaron su molestia en el medio antes señalado, asegurando que ellos habían insistido que la joven no estaba bien de salud, y acusaron a Gendarmería de no otorgar respuesta respecto a lo sucedido, además de no contar con la indumentaria de vestuario necesarias para enfrentarse a las bajas temperaturas (de hecho los alumnos aseguran que visten sus propias chaquetas “de franco” para entrenar).
Hechos que suceden a solo semanas de la caminata fatal emprendida por la Brigada Motorizada N° 24 Huamachuco del Ejército de Chile en condiciones que aún se investigan, la que terminó con la vida del conscripto Franco Vargas de solo 18 años, la amputación de uno de sus compañeros de entrenamiento, y más de 114 soldados presentando su salidaa voluntaria de la institución en medio de acusaciones de acoso y maltrato por parte de las autoridades de la Escuela y falta de las condiciones necesarias para entrenar.