El subprefecto Juan Fonseca, jefe de la Brigada de Homicidios Metropolitana, habló en un punto de prensa respecto a las investigaciones ligadas al cadáver encontrado en la comuna de Ñuñoa y que tendría a una monja involucrada en el asunto.
En la conversación con los medios, aseguró que desde el 8 de abril comenzaron con los trabajos relacionados y que los resultados arrojarían que la muerte no estaría relacionada con el crimen organizado, sino que con un pacto hecho por parte de la religiosa identificada como Lorena Patricia Ramírez, más conocida como Señora Paty.
A modo introductorio, Fonseca aseguró que “La maleta fue dejada en una esquina por una persona adulta mayor, por lo que se hizo un seguimiento y un trabajo bastante detallado casa a casa tratando de ubicar a esta persona”.
“Se ingresa a este domicilio de forma voluntaria. Se hace el trabajo, se levantan evidencias y se logra la ubicación de esta persona adulta. Tomando conocimiento que son religiosas, una de ellas es una laica, una madre y una hija, las cuales luego del trabajo investigativo fueron trasladadas a la Brigada de Homicidios”, continuó.
El pacto ligado al hallazgo del cadáver
Tras esto, el subprefecto reveló uno de los detalles más sorprendentes del caso del cadáver hallado en Ñuñoa, y es que entre la religiosa y la fallecida persona hubo un pacto.
“Aquí hay un pacto. Son religiosas (…) Esta persona realiza un pacto con esta otra que fallece un año atrás y la mantiene (como cadáver) en el lugar por el cariño que le tenía. Ellas mantenían una amistad y manifiesta que habían hecho un compromiso entre las dos que ninguna se iba a denunciar si fallecía una de las dos”.
Momentos antes de estas declaraciones, también se reveló que la persona fallecida murió por causas naturales debido a un cáncer, por lo que no habría nada referente al crimen organizado.