La madrugada de este martes 26 de marzo el barco portacontenedores Dali derribó por completo el Puente Key, el más importante de la ciudad de Baltimore en Estados Unidos. El accidente, por el momento ha dejado personas desaparecidas, muchas de las cuales estaban en los siete vehículos menores que cayeron a las aguas del Río Patapsco.
Lo increíble de esta situación es que el carguero de bandera de Singapur, ya había sido advertido de desperfectos con los que contaba, siendo la última de sus revisiones en Chile. De acuerdo a Radio Biobío, con información de CNN, esta se realizó en junio de 2023 en San Antonio, cuando las autoridades nacionales detallaron que la embarcación tenía deficiencias de “propulsión y maquinaria auxiliar: medidores, termómetros, etc”, de acuerdo a los registros de la plataforma de seguridad naviera, Equasis.
Además de las anotaciones que se realizaron en Chile, en 2016, solo un año después de su construcción, Dali recibió otras advertencias en el puerto belga de Amberes. En la ocasión, se observaron daños en el casco de “Dali” que afectaban su navegabilidad debido a que estaba agujereado.
Pese a todo esto, en septiembre del año pasado, la Guardia Costera de los Estados Unidos no realizó ningún tipo de observación, nuevamente de acuerdo a Equasis.
Lo que se sabe sobre el derrumbe del Puente Key en Baltimore
Por el momento, en el lugar se realiza todo tipo de labores, las que han permitido que dos personas lograron ser rescatadas del río, una de ellas en estado grave.
La información oficial indica que hay siete desaparecidos, aunque se espera que esta cifra pueda aumentar. El carguero, cuya capacidad de carga de 95.000 toneladas, estaba partiendo desde Baltimore con rumbo a Colombo, Sri Lanka.
Por su parte, Wes Moore, gobernador de Maryland, declaró estado de emergencia tras el incidente. La autoridad indicó que “estamos agradecidos por los valientes hombres y mujeres que están llevando a cabo esfuerzos para rescatar a los involucrados y oramos por la seguridad de todos”, señaló.
Por su parte, Synergy Group, compañía de Singapur que opera la embarcación, confirmó que ninguno de los 22 tripulantes del navío resultó herido.
Finalmente, las autoridades estadounidenses señalaron que no existe ningún indicio de que lo ocurrido fuera intencional, debido a las especulaciones que hablaban de un posible atentado. De hecho, la hipótesis que se maneja es la de un corte en la electricidad del buque.