El relato de terror de los habitantes de la toma en Maipú: “Nos metemos debajo de la cama”

El lugar fue intervenido este jueves. Se trata del mismo sitio en el que fue encontrado el cuerpo de Ronald Ojeda hace dos semanas.

Intervención policial en toma de Maipú. Así era la movida nocturna en el lugar. Créditos: ATON.

Un total de 14 construcciones ilegales, levantadas con fines comerciales, fueron demolidas este jueves 14 de marzo en la “Toma de los Haitianos”, ubicada en Maipú. Este es el mismo lugar donde fue hallado el cuerpo sin vida del ex militar venezolano Ronald Ojeda hace dos semanas.

Un prostíbulo con un completo bar, y un casino con tragamonedas que abría todo el día como botillería ilegal son parte de lo que se encontró en el procedimiento realizado por Carabineros, con la ayuda de la delegada presidencial regional, Constanza Martínez.

En la toma, familias con niños se pronunciaron para dibujar lo que vivían día a día por estar junto a lugares de expendio de bebidas alcohólicas. Uno de los testimonios es de una ciudadana haitiana identificada como Mery Ruandan.

“Lo que nos da más miedo es cuando se ponen a pelear, porque acá casi todas las casas son de madera y eso no ataja las balas”, advirtió en diálogo con Las Últimas Noticias (LUN). “Cuando escuchamos balazos, no nos queda otra que encerrarnos y meternos debajo de la cama”, sumó.

En la toma de Maipú encontraron prostíbulos, discotecas y locales ilegales de venta de alcohol.
En la toma de Maipú encontraron prostíbulos, discotecas y locales ilegales de venta de alcohol.

Así funcionaba el prostíbulo en la toma de Maipú

Jordan, un joven venezolano de 20 años de edad, habló con el mismo medio y dijo: “A nosotros nunca nos molestó el ruido, porque además Maipú está tan malo, que para nosotros es mejor rumbear acá, porque es mucho más seguro y barato que ir al centro”.

En su conversación, detalló cómo funcionaba el prostíbulo que formaba parte de esos 14 locales comerciales ilegales que fueron demolidos este jueves. “Acá todo abría como a las ocho, por eso primero pasábamos a comer a la pollería y después nos íbamos a ver a las ‘cariñosas’, cuando ya estábamos medio alegres y nos daban ganas de bailar”, indicó.

Según el mismo testimonio, el prostíbulo tenía un bar adentro, seis habitaciones con baño compartido y un “privado” donde mujeres atendían a clientes del lugar.