Este lunes falleció el empresario chileno y excandidato presidencial Francisco Javier “Fra-Fra” Errázuriz Talavera a los 81 años tras una larga lucha contra las secuelas que le dejó un derrame cerebral que sufrió en 2011.
El empresario nació el 7 de mayo de 1942, en una familia con tradición política, siendo su padre el exsenador liberal, Ladislao Errázuriz Pereira y su abuelo el exsenador Ladislao Errázuriz Lazcano.
En sus primeros años, Errázuriz destacó en la Escuela Militar, donde alcanzó el grado de Brigadier Mayor, para posteriormente estudiar Ingeniería Agrónoma con mención en Economía Agraria en la Pontificia Universidad Católica de Chile.
En 1965 se casó con María Victoria Ovalle, quien después se convertiría en diputada por la Unión Centro-Centro por el Distrito 35 de la Región de O’Higgins, con la que tuvo siete hijos: Francisco Javier, Matías, María Victoria, María Ignacia, Carolina y las mellizas Macarena y Magdalena.
Por algunos años, tras egresar, desempeñó labores dentro de su misma facultad y en varios fundos y sociedades, dando vida a varias empresas de distintos rubros, principalmente del automotriz, la agricultura, la minería y el retail, que en 1988 conformarían el Holding “Inversiones Errázuriz S.A”, INVERRAZ, dándole empleos a más de 10 mil personas.
“Menos bla bla, más Fra-Fra”
Su trayectoria en la política y la vida pública inició en 1989, en las primeras elecciones tras el regreso a la democracia luego de la dictadura cívico-militar interpuesta por Augusto Pinochet, donde se presentó como candidato a la presidencia independiente, siendo bautizado por la ciudadanía como “Fra-Fra”.
Su candidatura fue apoyadado por el “centro-centro”, un espectro político que él mismo creó, con el lema “no más bla bla, vote por Fra-Fra”, obteniendo el tercer lugar de las votaciones con un 15,43%, siendo elegido en esa oportunidad el ex Presidente Patricio Aylwin.
En 1993 Errázuriz se presentó como candidato a senador independiente por la Décima Circunscripción Senatorial, la VII° Región del Maule Norte, con el Pacto Unión por el Progreso de Chile, siendo electo con la mayoría de los votos.
Deasforado y acusaciones de trata de personas
Durante su periodo, integró varias comisiones, presidiendo la de Obras Públicas y la Comisión Permanente de Economía, antes de que este se viera interrumpido el 22 de diciembre de 1998, cuando la Corte de Apelaciones de Rancagua tomó la decisión de desaforarlo de su cargo tras ser acusado de agresión y secuestro por parte de un abogado de Endesa al interior de su fundo “La Esperanza”, la que fue ratificada además por la Corte Suprema con once votos a favor.
Tras el fin del episodio legal, el político retomó su faceta como empresario en los diversos negocios que fueran parte de su holding, volviendo a la palestra pública en 2011, nuevamente a causa de un escándalo, luego de ser acusado de trata de personas por un grupo de 54 inmigrantes paraguayos que habrían trabajado por cerca de dos meses en uno de los fundos del empresario en la Región de O’Higgins con sueldos muy bajos y en situación migratoria ilegal.
El 24 de octubre, Errázuriz se excusó del juicio, acusando tener problemas cardiacos, pero solo días después su situación de salud se complicó aún más tras sufrir una hemorragia cerebral, debiendo ser intervenido en la Clínica UC de San Carlos de Apoquindo. Y si bien su esposa, la exdiputada María Victoria Ovalle apuntó al Gobierno y a la entonces Ministra del Trabajo, Evelyn Matthei, de haber sido los culpables del estado de salud de su marido, un parte médico confirmó posteriormente que el derrame había sido causado por una caída.
Ese mismo año, además, la Sociedad Contractual Minera Compañía de Salitre y Yodo Soledad (Cosayach), propiedad del empresario, fue investigada por extracción ilegal de aguas subterráneas de 35 pozos en la Pampa del Tamarugal, siendo hallados culpables de dañar gravemente el medio ambiente. El fallo de la Corte Suprema obligó a la empresa a paralizar sus obras y retirar todas las instalaciones que se utilizaban para la operación.
Producto del golpe, la salud del empresario siguió decayendo, debiendo permanecer internado en el centro de salud por varias semanas, y dejándole secuelas permanentes. Dos años después, en 2013, Francisco Javier Errázuriz fue sobreseído argumentando “enajenación mental”, por lo que no pudo ser juzgado por los cargos que se le imputaban.
En tanto, por las mismas razones, Errázuriz abandonó el mundo empresarial y la vida pública, dejando a uno de sus hijos, Francisco Javier Errázuriz Ovalle, a cargo de los negocios familiares, para radicarse en la comuna de Las Condes junto a su esposa.