Este lunes 18 de diciembre asumió como contralora general de la República subrogante, la abogada Dorothy Pérez, tras la salida de Jorge Bermúdez, quien dejó el cargo tras ocho años liderando la institución.
Su llegada no ha pasado desapercibida, ya que una de sus primeras medidas fue pedir la renuncia del jefe de gabinete Tomás Mackenney, para luego dictar dos resoluciones en las que restructuró por completo el organismo.
Una de las resoluciones cuestiona la cantidad de funcionarios que había durante el mandato de Bermúdez en la jefatura de gabinete, por lo que redujo de 9 a sólo 3 unidades. Y en vista de la contingencia decidió poner énfasis en auditorías a municipios y gobiernos regionales.
¿Quién es Dorothy Pérez y cuáles han sido sus polémicas con Jorge Bermúdez?
Según dio a conocer el diario El Mercurio, en 2018 se conoció una abierta disputa entre Pérez y Bermúdez, quien intentó removerla de su cargo, lo que finalmente fue desestimado por un fallo de la Corte Suprema, que ordenó la restitución en su puesto.
Tras esto, al interior del órgano se comenta que Bermúdez fue restringiendo el margen de acción de Pérez a través de distintos actos administrativos, hasta dejarla principalmente a cargo del tribunal de cuentas de Contraloría, entidad encargada de llevar adelante los juicios para la restitución de dineros al fisco.
Sin embargo, nunca más quedó encomendada de la subrogancia del contralor, salvo cuando el cargo estuvo vacante, como ocurrió este lunes. Y si bien la subrogancia será transitoria, mientras se desenreda la discusión sobre la nominación del futuro contralor, los efectos de su asunción ya empiezan a notarse.
Mientras que está en suspenso el futuro del actual jefe de división de Auditoría, Eduardo Díaz, quien fuera el fiscal del sumario interno en la investigación que siguió luego que estallara el conflicto entre Bermúdez y Pérez, en donde a la nueva contralora (s) se le indagó por el rol de Contraloría en el fraude de Carabineros.
Las funciones que ha cumplido en Contraloría
Pérez está casada con un oficial en retiro de la policía uniformada, que se desempeñaba en la prefectura aeropolicial, por lo que la actual subcontralora se inhabilitaba de revisar causas de dicha repartición de Carabineros. Luego de volver a su puesto en octubre de 2018, las relaciones entre ambos se acotaron en extremo.
De hecho, Bermúdez no solo cambió la subrogancia para que Pérez no quedara a cargo cuando él no estuviera, sino que esta tampoco firmó documentos de alta connotación pública. Pérez se dedicó entonces a influir a través del tribunal de cuentas, comentan deslizando críticas al actuar interno de Contraloría al elevar el estándar de las pruebas en los litigios y a través de los fundamentos de sus fallos.
Otra fuente cuenta que desde que volvió hace cinco años, pasó prácticamente desapercibida en las actividades oficiales de Contraloría. “Recién la semana pasada se le vio por primera vez en una acción pública con otras jefaturas”, señalan.
Sin embargo, quienes la conocen aseguran que esto no implica, en ningún caso, que Pérez sea un personaje que desentienda el valor de la exposición pública. Sobre esto, aseguran que maneja el rol de los medios y la influencia que puede generar a través de ellos.
Sin una militancia política activa, la contralora (s) si ha tenido participación en el aparato público. El dato que más luces arroja al respecto es que durante el segundo gobierno de Michelle Bachelet salió de Contraloría para ser la jefa de la división jurídica de la Subsecretaría de Educación, donde trabajó estrechamente con la exsubsecretaria Valentina Quiroga.
Asimismo, a Pérez se le atribuye influencia en la elección de Bermúdez como contralor, ya que habría tenido un rol articulador para conseguir los votos necesarios para lograr la aprobación de los tres quintos en el Senado. Según distintas fuentes consultadas por el medio, Pérez no está en el abanico de posibles candidatos para ser presentados por el Presidente Boric como futuro contralor.