La Compañía de Jesús informó este jueves que una investigación previa canónica realizada al sacerdote Felipe Berríos, determinó que las acusaciones en su contra realizadas por siete mujeres son "verosímiles", y podrían ser constitutivas de delitos canónicos.
Según consigna La Tercera, y basándose en el análisis realizado por la abogada a cargo de la indagación, María Elena Santibáñez, las situaciones por las que se acusó al jesuita efectivamente y podrían ser constitutivas de delitos canónicos.
Los hechos denunciados son, según la congregación, "de significación sexual de distinta relevancia que habrían afectado a siete mujeres jóvenes y adolescentes", y que son consistentes en "tocaciones y diversos traspasos de límites en el ejercicio del sacerdocio, entre los años 1993 y 2009".
De todas maneras, puntualizaron que "la Instructora llegó a la conclusión, en esta etapa del proceso, que un hecho que habría afectado a una menor de edad de 7 u 8 años, resultó ser no verosímil, de acuerdo a los antecedentes recabados".
Esta información deberá ser revisada por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, en el Vaticano, para determinar si efectivamente estas denuncias constituyen o no delitos canónicos. En caso de que se constate su culpabilidad, Berríos deberá ser sancionado.
En tanto, el sacerdote jesuita deberá seguir cumpliendo con las medidas cautelares que ya se habían dictado en su contra: la suspensión del sacerdocio, prohibición de acercarse a cualquier menor de edad y estancia en Santiago.
"Manifestamos nuestro absoluto rechazo a cualquier tipo de abuso y nuestro sostenido esfuerzo por el cumplimiento de protocolos que aseguren la debida protección de niños, niñas, adolescentes y adultos vulnerables", afirmaron desde la Compañía de Jesús