La derogación del impuesto específico a los combustibles para tener un alivio en sus bolsillos, solicitaron este sábado al Gobierno representantes del transporte menor que se han visto afectada fuertemente su actividad durante la pandemia del COVID-19.
Se trata de transportistas escolares y otros del transporte menor como colectiveros, quienes señalaron que la constante alza de las bencinas ha encarecido su trabajo durante la crisis económica derivada de la catástrofe sanitaria.
"Hay cientos de colectiveros, cientos de transportistas escolares y muchas personas que trabajan con sus vehículos y que lo están pasando muy mal porque deben pagar un sobrecosto altísimo por concepto de combustible", dijo el alcalde de La Reina y presidente de la Comisión de Transportes de la Asociación de Municipalidades de Chile (AMUCH), José Manuel Palacios.
La autoridad, quien acompañó a los demandantes de esta ayuda, dijo que como municipios "estamos buscando que de forma transversal se apoye un proyecto que baje el impuesto específico a los combustibles. Ahí, lo más importante quizás, es buscar el respaldo del Ejecutivo", sostuvo Palacios.
Gremios más afectados
Desde los gremios, la representante de los transportistas escolares, Susana Royal, manifestó que la rebaja o derogación se hace necesaria, porque muchos de los furgones que trasladan escolares, han quedado en una irregularidad laboral, puesto que hay cambios de fase que alternan clases presenciales y online, además de deber cumplir con aforos al interior del transporte que les impiden llevar a todos los niños a sus recintos.
"Nosotros somos uno de los gremios más afectados por esta pandemia. Si bien nos habíamos acostumbrado a las alzas, no a estas alzas desmedidas. Estamos siendo doblemente afectados porque las clases online van a seguir, y nosotros estamos viendo si tendremos que llevar a los niños cada dos semanas o al ritmo que nos digan los colegios. Entonces, llevar 5 o 6 niñas en un furgón no nos sale a cuenta", dijo.
Añadió que el pago del "impuesto de emergencia" que se puso hace tantos años para contar con recursos, con más de $300 pesos por litro de bencina y $100 de IVA, casi la mitad de todo en impuesto específico, es lo que tiene pasándolo mal a su sector.
"Si este impuesto, quizás nos dan el impulso para volver a trabajar. Hacemos un llamado al Gobierno a colaborar. Hemos pagado desde 1986 el impuesto, aportando 300 mil pesos mensuales al Estado y hemos recibido sólo un bono", expresó.
Llamado al Presidente
En tanto, en una línea más categórica se manifestó Eduardo Castillo, presidente de la Confederación de Taxi-colectivos y Transporte Menor (Contramen), quien sostuvo que a partir de la crisis un 80% de los empleados de taxi-colectivos no han podido salir a trabajar durante la pandemia.
"La parte de nosotros que sale a trabajar, para brindar un servicio al transporte público, debe soportar la pandemia, si tiene o no para comer diariamente y debe soportar las tremendas alzas de combustible", sostuvo.
"Hacemos un llamado al Presidente y al Poder Legislativo a que de una vez por todas nos pongamos a legislar en serio y en razón de la gente, porque hoy la estamos pasando mal. No sólo el usuario común y corriente que necesita su vehículo para desplazarse. Esperamos que del impuesto no haya solo una mitigación, sino una eliminación", cerró.
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