Fotos: Tomás Bravo fue sepultado tras masivo funeral en las calles de Arauco

A poco más de dos meses de su desaparición y muerte, la familia, amigos y comunidad de Tomás Bravo despidieron la tarde de este sábado los restos del pequeño en el Cementerio General de Arauco, en Ranqui, región del Biobío.

Ello tras un velatorio que comenzó la tarde del viernes, luego que el Servicio Médico Legal (SML) entregó el cuerpo del niño, que fue sometido a una serie de peritajes que, hasta ahora, concluyen que su deceso fue por hipotermia e inanición, y prosiguió con su traslado a la sede vecinal Ranqui Bajo.

Como estaba previsto, a las 14:00 horas comenzó el funeral y despedida que reunió a decenas de vecinos conmovidos por lo sucedido al pequeño de 3 años y 7 meses y por el clamor de justicia de su familia, que sostiene que el pequeño fue secuestrado y asesinado tras su extravío el pasado 17 de febrero.

Luego, el cortejo guiado por una carroza fúnebre del Siglo XIX con cubierta de vidrio, se dirigió hasta la casa materna del niño, trayecto en el que también se detuvo en el memorial que los habitantes del sector levantaron para honrarlo.

Posteriormente, rumbo al camposanto, la gente entre la que se podía ver a algunas personas vestidas de corpóreos y payasos, seguía caminando a su lado hasta llegar a su destino final.

Una vez allí, y como estipula el protocolo sanitario de la pandemia, sólo 20 familiares, incluidos sus padres y abuelos, pudieron ingresar al cementerio para dar el último adiós a Tomasito y proceder a sepultarlo pasadas las 15:00 horas.

En medio de todo este proceso, la familia de Tomás recibió el apoyo de otras personas que han sufrido desgracias similares, como los padres de Tamara, la niña de 6 años fallecida en una encerrona en Huechuraba, y la madre de Fernanda Maciel, la joven de 21 años embarazada de siete meses que fue asesinada en 2018.