"Yo he sido, creo, el juez más severo conmigo mismo", es la reflexión que hace el exsenador de la UDI, Jaime Orpis, ad portas de iniciar el cumplimiento de la sentencia de cinco años de cárcel, tras haber sido declarado culpable de los delitos cometidos en el caso Corpesca.
En entrevista con La Tercera, el exparlamentario de 65 años se refirió al proceso que ha vivido en el tiempo que le resta para ingresar al recinto penal donde pagará por los ilícitos que, en el momento de cometerlos, consideró que era una práctica generalizada, una costumbre y que muchos de sus pares también practicaron.
Tras siete años de juicio, el jueves pasado se conoció el dictamen que lo condena a cinco años de presidio por fraude al Fisco y 600 días por cohecho. Orpis es el único político que quedará en prisión tras las investigaciones de los casos de financiamiento irregular de campañas electorales como Penta, SQM y Corpesca, por el que fue condenado.
Antes de llegar al Senado, el abogado, casado y padre de cuatro hijos, también ejerció como alcalde y diputado de la UDI, manifestó que “este es el final de una etapa y el comienzo de otra, la reconstrucción. Es un caso tan fuerte, que amerita una reflexión muy profunda de reconstruirte como ser humano”, dijo.
En este tránsito de mea culpa, acotó, "uno entra a las profundidades más intensas. Es cuestionarte tu vida. Y a partir de ese cuestionamiento, decir 'he fallado en esto. Tengo que mejorar en esto, quiero hacer mi vida de esta manera'. Yo he sido, creo, el juez más severo conmigo mismo".
"Cuando son prácticas generalizadas, uno las asume como lícitas, no se las cuestiona. Entonces, esa es la severidad con que he abordado el tema. En términos de asumir que no toda costumbre, por generalizada que sea, es lícita. Entonces, cuando tú estás en algo que es generalizado, tú dices: si lo está haciendo el resto, al final, entre comillas, es lícita, y no lo es".
Juicio Político
Orpis, quien en el marco de su encausamiento pasó 40 días en prisión preventiva, señaló que fue el escogido para realizarle "un juicio a la clase política. Necesitaban a alguien por una conducta que era generalizada para que terminara en la cárcel. Y bueno, escogieron el fusible".
Ello, explicó, "porque lo había realizado. Y, segundo, porque confesé, de lo cual no me arrepiento en absoluto, porque he vuelto a ser libre. Pero ahí está la discriminación: entre una cosa que era generalizada, escoger a uno. Y bueno, la diferencia es que yo hoy día he reconocido y puedo tener la cara limpia ante los demás. Pedí perdón. Me arrepentí".
Precisó que reintegró los dineros que no le correspondían "y eso para mí era una condición esencial para enfrentar el futuro. Lo enfrenté con la verdad".
Asimismo, sostuvo que no se enriqueció por los delitos por los que fue acusado. “Eso está absolutamente acreditado. Y eso lo tenía claro la fiscalía. Pero a partir de cuestiones puntuales, inventaron que poco menos que tenía un yate, que tenía un resort, no sé qué cantidad de cosas que inventaron para lincharme. Y todo el mundo cree que yo tengo eso. Y no, yo siempre dije la verdad en este tema”, concluyó.