Ex presidente argentino, Alberto Fernández, fue demandado por su esposa por violencia de género

Fabiola Yáñez se había negado a presentar cargos luego que se filtraran chats de WhatsApp que habrían dejado en evidencia el presunto maltrato.

Alberto Fernández y Fabiola Yáñez. El escándalo político está en títulos de todos los medios de Argentina. Créditos: @fabiolaoficialok

Medios argentinos como Todo Noticias (TN) y Diario Clarín consignaron en la tarde de este martes que la ex primera dama de Argentina, Fabiola Yáñez, demandó a Alberto Fernández, el anterior mandatario nacional, por violencia de género.

Desde España, Yáñez declaró ante un juez luego de haberse negado a demandarlo tras la filtración de chats de ella con una ex secretaria personal de Fernández. Allí, ella le habría contado anteriormente que había sido golpeada por el ex mandatario.

Alberto Fernández y Fabiola Yáñez. Créditos: @fabiolaoficialok
Alberto Fernández y Fabiola Yáñez. Créditos: @fabiolaoficialok

La filtración de chats que compromete a Alberto Fernández

Fue este fin de semana que la Justicia de Argentina encontró archivos de supuesto maltrato de Alberto Fernández a Fabiola Yáñez. Lo hizo en un teléfono celular de María Cantero, la ex secretaria del ex jefe de Gobierno.

Su celular fue peritado en el marco de una investigación por presunta corrupción que también involucra a Fernández. Allí, encontraron chats y material multimedia que habría sido enviado por Yáñez a Cantero cuando fue golpeada, estando embarazada y dentro de la Quinta Presidencial de Olivos.

El escándalo explotó el lunes, jornada en la que el juzgado se comunicó con Yáñez. Sin embargo, ella se negó a demandarlo hasta este martes. A su vez, Alberto Fernández negó los hechos a través de un abogado que habló en los medios.

Ahora, el material está en manos de la Oficina de Violencia de Género de la Corte Suprema de Justicia de ese país, al tiempo que Alberto Fernández recibió medidas restrictivas para proteger a la ex primera dama. En ese sentido, no puede salir del país, no puede acercarse a la víctima ni contactarla bajo ningún mecanismo.