Pasado el mediodía de este lunes, hora local, la flota de buques de guerra de Rusia abandonó finalmente las costas de Cuba, tras una estadía de cinco días en el país.
La llegada de la flota compuesta por el submarino de propulsión nuclear Kazan, la embarcación petrolera Pashin, el remolcador de salvamento Chiker y la fragata Groshkov, había causado gran revuelo internacional, principalmente en los Estados Unidos, que vieron con malos ojos la llegada del contingente militar, el que pasó a solo 150 kilómetros de la costa del estado de Florida, sin un aviso previo por parte de la nación europea.
Tensión entre Cuba y Estados Unidos por presencia de flota de guerra rusa en el país
La polémica de la visita de los buques de guerra rusos a Cuba partió cuando el miércoles pasado la flota fue detectada por Estados Unidos pasando por aguas internacionales peligrosamente cerca de sus límites fronterizos, lo que causó alarma en el país, ya que no tenían notificación de que esto fuera a suceder.
Sin embargo, horas después, desde el Pentágono confirmaron que la visita en realidad se trataba de una visita de estado que se daba en el marco de las buenas relaciones entre Rusia y Cuba, la que “no supone una amenaza para la seguridad nacional del pueblo estadounidense”, confirmó el vocero del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby.
A pesar de eso, solo un día después de la llegada del contingente ruso, un submarino de propulsión nuclear de la armada estadounidense se estacionó en la base de Guantánamo, en lsa que supuestamente era una visita de rutina, pero que no fue bien recibida por parte del gobierno cubano, quiene acusaron que su presencia en realidad correspondía a una respuesta violenta ante la presencia militar rusa.