Se viralizó hace unos días en redes sociales la increíble aventura involuntaria de un niño Fahim, de 11 años, quien jugaba a las escondidas en Bangladesh, cerca del puerto de Chittagong y eligió un contenedor para esconderse, sin embargo, terminó viajando más de 3.000 kilómetros.
Tras esconderse, el niño fue trasladado en el container que fue cargado en un barco, y recorrió encerrado más de 3.200 kilómetros entre Bangladesh y Malasia.
La involuntaria travesía del niño duró seis días de viaje, en las que el pequeño no ingirió alimentos ni bebió agua, sin embargo logró sobrevivir.
Tras días viajando, el cotainer llegó a Port Klang, Malasia, donde agentes portuarios lo encontraron y fue trasladado hasta un hospital.