Se creen gatos, perros o dinosaurios: Alerta en Reino Unido por niños “furry”

Medios internacionales han reportado el aumento de casos de menores de edad que dicen creerse animales.

Niños Furry. La tendencia crece en países de Europa según varios medios. Créditos: Pexels

Por estos días, el medio español ABC citó en sus redes sociales la historia de Sara, una menor de 15 años que supuestamente quiere ser identificada como un gato. Con más de dos millones de visualizaciones, el tuit se suma a un debate existente en países como Reino Unido.

Allí, la comunidad escolar y los padres de varios estudiantes se han pronunciado, con preocupación, al notar casos similares. El fenómeno tiene su propio concepto y se denomina “niños furry”.

Este habla de niños que se identifican con “neogéneros”, como de un caballo, un dinosaurio, un gato y hasta una luna. El fenómeno ha traído problemas de convivencia entre compañeros de clases, elevando la situación a una especie de alerta.

¿Qué son los niños furry?

Medios como El Mundo, en España, citan al fenómeno furry como la tendencia a disfrazarse de animales de peluche como zorros, gatos, perros y linces.

Sin embargo, sitios especializados como Psychology Today, lo definen como aquellas personas que “se creen animales y tienen un fetiche raro con la piel”.

Según esta web, esto alcanza otras áreas como la propia sexualidad humana: “Los furrys tienen siete veces más probabilidades que la población general de identifiarse como transgénero y cinco veces más probabilidades de identificarse como no heterosexuales”.

La tendencia Furry implica disfrazarse con trajes de peluche. Créditos: Pexels.
La tendencia Furry implica disfrazarse con trajes de peluche. Créditos: Pexels.

¿Qué dicen las autoridades en Reino Unido?

El medio The Telegraph recogió declaraciones de un portavoz de Rishi Sunak, primer ministro de Reino Unido, sobre los casos de menores de edad que se identifican con animales en los colegios de ese país.

En ese sentido, advirtió que “es importante que los padres y cuidadores estén seguros de que los niños no se ven influenciados por las opiniones personales de quienes les enseñan”.

A eso sumó que los docentes no deben “enseñar opiniones controvertidas como un hecho, cerrando discusiones y debates válidos”.

Por otro lado, la integrante de la asociación escolar Safe Schools Alliance, Tracy Shaw, dijo al mismo medio: “Los profesores tienen un punto ciego donde entra cualquier cosa que tenga que ver con la identidad, porque tienen miedo de hacer las cosas mal”.

En todos los casos, el debate continúa abierto sin conclusiones sobre cómo pueden manejar la situación en aulas de clases.