Una cruel muerte encontró una bisabuela en la localidad de Rowley Regis, Inglaterra, donde Lucille Downe (85) salió al jardín de su casa para regar las plantas, cuando de improviso, y sin mediar provocación, los dos perros de su vecino la atacaron sin misericordia, ni recibir ayuda de terceras personas.
Lucille, de origen jaimaiquino pero en Inglaterra desde que tenía 20 años, no pudo escapar de las fuertes mandíbulas de ambos pitbulls, los que rompieron el cerco que divide la propiedad de ella con su vecino, dueños de los animales. Por más que se defendió no pudo escapar del ataque de los perros, los que la mataron producto de las profundas y desgarradoras heridas. Su cuerpo fue encontrado horas después por un vendedor que llego
La policía local llegó hasta el lugar, pero nada pudieron hacer, ya que la mujer murió de forma instantánea. En tanto tuvieron que usar sedantes para controlar a los animales, los que se mostraron muy agresivos.
Futuro de los canes
Tras la sangrienta escena, la policía detuvo al dueño de los pitbulls, por lo que fue llevado ante la justicia como responsable del cuidado de los animales, siendo acusado de homicidio involuntario, sin embargo el sujeto pagó la fianza y quedó libre. En tanto los dos perros fueron incautados y encerrados en un canil a la espera del destino que les de la justicia.
"Los perros tomaron a la mujer por el cuello, por su garganta como lo haría un perro con un juguete", señaló la policía. De igual forma Lucille fue llevada hacia el forense para determinar la causa exacta de su muerte, en un hecho que causó conmoción en toda Inglaterra.