El estudio del espacio ha fascinado a la humanidad desde tiempos inmemoriales, impulsando importantes avances tecnológicos para su exploración. En este contexto, se han desarrollado diversos experimentos con el objetivo de evaluar la posibilidad de encontrar o preservar vida fuera de la Tierra.
A raíz de esto, un grupo multidisciplinario de científicos chilenos presentó una investigación que busca establecer la factibilidad de cultivar plantas en el espacio, utilizando el desierto de Atacama como espacio de experimentación debido a sus características ambientales, que presentan similitudes con las condiciones del planeta Marte.
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¿Es posible cultivar en el espacio?
El desierto de Atacama, además de tener condiciones similares a las del planeta rojo, también se configura como un ambiente hostil para la vida, lo que lo convierte en un lugar ideal para desarrollar experimentos vinculados al espacio, tales como el desarrollo de cultivos.
Al respecto, el director del Centro de Ecología Integrativa de la Universidad de Talca, Marco Molina Montenegro, miembro del equipo de científicos, comentó a El País que el desierto es “el análogo de Marte, muy similar en algunas variables, como tener un núcleo hiperárido, donde prácticamente no hay precipitaciones, las oscilaciones térmicas pueden llegar a los 100 grados y no hay nutrientes” y, además, presenta microorganismos que “podrían hacer crecer una planta en los ambientes más extremos”.
Estos microorganismo reciben el nombre de costras del suelo y, de acuerdo al especialista, “son comunidades microbianas que se caracterizan por la retención de agua y la liberación de nutrientes y compuestos hormonales que activan las planta y les permiten vivir en el desierto”.
Por lo anterior y para desarrollar el experimento, se realizó la construcción de cámaras de uno por dos metros para simular las condiciones ambientales de Marte y aprovechar estos microorganismos. Dentro de estos espacios se probaron diferentes especies de vegetales, entre ellos, lechugas, acelgas, espinacas y tomates con resultados positivos.
Al respecto, Molina sostiene que este experimento puede abrir oportunidades para el país en el marco de la agricultura espacial, “donde Chile podría ser muy competitivo, pues tiene ventajas comparativas con otros países, tal como se ha hecho con el litio, con el cobre y los observatorios”.