Un particular descubrimiento fue el que realizó la nave espacial Juno de la NASA, que durante su exploración a la órbita de Júpiter pudieron avistar una particular anomalía en una de sus lunas.
Se trata de Europa, que comparte más similitudes con un planeta que con un astro, y que pudo ser observada más de cerca por la JunoCam, la cámara de la nave, por primera vez en más de 20 años.
Las imágenes captadas por la misión del ecuador de la luna de Júpiter en su lado oscuro permitieron probar la teoría de que las cortezas heladas del astro están en movimiento constante, y que ya no están donde solían estar.
De hecho, una de las hipótesis que se barajan desde la entidad es que Europa podría tener un océano gigante debajo de su exterior helado, y que lo que se estaría presenciando en realidad corresponde a un desplazamiento polar en tiempo real.
“El Ornitorrinco”: La particular formación encontrada por la NASA en la luna de Júpiter
En medio de su observación, la Unidad de Referencia Estelar (SRU) de la nave espacial fue utilizada para captar el “brillo de Júpiter”, un fenómeno espacial que se produce cuando el lado oscuro de la luna es iluminado por la luz del sol que es dispersada por el planeta.
Con esa nueva luz, se pudo ver que en realidad la luna Europa tiene una superficie mucho más compleja de lo que se pensaba, con una intrincada red de crestas transversales y manchas oscuras posiblemente provocadas por columnas de vapor que cubren un perímetro de cerca de 37 kilómetros por 67 kilómetros.
Formación que fue apodada por los expertos de la NASA como “El Ornitorrinco” por su gran parecido con el mamífero terrestre y que en su terreno caótico color marrón rojizo oscuro contiene numerosos bloques de hielo de hasta 7 kilómetros cada uno.
NASA descubre océano oculto en luna de Júpiter
Con el descubrimiento del Ornitorrinco y el avistamiento más detallado de Europa, una de las lunas de Júpiter, se pudo volver a poner en la palestra la teoría de que exista un océano subterráneo debajo de la capa de hielo que es la superficie del astro, ya que esta puede ceder en lugares donde aparentemente habría bolsas de agua salada.
“Estas características insinúan la actividad superficial actual y la presencia de agua líquida subterránea en Europa”, dijo Heidi Becker, coinvestigadora principal de la Unidad de Referencia Estelar (SRU) del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA. “La imagen de la SRU es una base de alta calidad para lugares específicos a los que la misión Europa Clipper de la NASA y las misiones Juice de la ESA (Agencia Espacial Europea) pueden apuntar para buscar signos de cambio y salmuera”.