Uso de Chat GPT empieza a ser prohibido por empresas a sus empleados: esta es la razón

Chat GPT es una API desarrollada por OpenAI, empesa de propiedad de Sam Altman, que ha estado en la polémica desde que su uso se ha expandido por todo el mundo. En dos meses fue capaz de alcanzar los 100 millones de usuarios, mientras que diariamente recibe más de 10 millones de consultas.

Todo esto habla del potencial que tiene esta inteligencia artificial, que se ha transformado en la más popular y la que ha generado mayor debate. Muchos especialistas han anunciado incluso su temor respecto al avance que puede tener.

El propio Altman pidió hace unas semanas, ayuda para poder frenar su desarrollo. “Creemos que la intervención regulatoria de los gobiernos será crucial para mitigar los riesgos de modelos cada vez más potentes”, expresó.

Y en medio de todo esto, ya hay algunas empresas en el mundo que han comenzado a prohibir su uso a los trabajadores.

El Mundo de España informa que varias empresas de ese país, entre las que aparecen BBVA y Telefónica, entre las más importantes, tomaron la decisión de prohibir el uso del Chat GPT a sus trabajadores.

“Existe alta probabilidad de que la información que produzca la herramienta contenga sesgos o sea información errónea”, señalan desde una de las empresas consultadas por el citado medio, dando a entender que el uso de esta aplicación en el trabajo podría generar problemas.

Por su parte, otras firmas han denegado el acceso a Chat GPT producto del peligro que puede generar introducir datos personales y corporativos o la eventual filtración de datos.

Mientras algunas marcas tienen, por ahora, prohibido el uso de Chat GPT a sus trabajadores, otras han optado por dar uso restringido, solo a aquellas personas que estimen que puede ser útil para sus funciones.

Por otra parte, también hay compañías que permiten el uso de la API de OpenAI solo en caso que sea contratado por la propia empresa. En tanto Enegas, empresa industrial española introducirá el uso correcto de la IA en su nuevo código ético.

Todo esto, mientras se espera que gobiernos y las mismas firmas comiencen a establecer políticas más claras respecto al uso del Chat GPT.