La enfermedad celíaca es una afección autoinmune genética desencadenada por la proteína del gluten, presente en cereales como el trigo, la cebada y el centeno. Este trastorno puede afectar la capacidad del cuerpo para absorber nutrientes esenciales, y aunque su diagnóstico ha aumentado en los últimos años, existen aún muchas ideas erróneas sobre cómo se presenta y cómo afecta a las personas.
Según Harvard Health Publishing, estas creencias incorrectas pueden llevar a malentendidos, tanto para quienes viven con la enfermedad como para el público en general. A continuación, exploramos cuatro de los mitos más comunes sobre la enfermedad celíaca, aclarando los aspectos clave de esta condición.
Los CUATRO mitos más comunes sobre la enfermedad celíaca
En el siguiente listado podrás revisar los mitos más comunes sobre la enfermedad celíaca, desmentidos por Harvard, para aclarar las ideas erróneas sobre esta condición:
1. La enfermedad celíaca se diagnostica en la infancia
Muchas personas creen que la enfermedad celíaca se detecta principalmente en los niños pequeños. Sin embargo, el diagnóstico generalmente ocurre mucho más tarde en la vida, con la mayoría de los casos detectados entre los 40 y 60 años. De hecho, un cuarto de las personas diagnosticadas lo son después de los 60 años. En muchos casos, los síntomas no son evidentes hasta que se desarrollan problemas relacionados con la absorción de nutrientes, como anemia o osteoporosis.
2. La enfermedad celíaca solo afecta el intestino
Aunque el daño al intestino delgado es característico de la enfermedad celíaca, esta afección puede afectar otros sistemas del cuerpo. Los síntomas no siempre se limitan a problemas gastrointestinales; algunas personas experimentan confusión mental, dolores musculares, fatiga o trastornos hormonales como cambios en los períodos menstruales. Esto subraya que la enfermedad celíaca tiene un impacto más amplio que solo en el aparato digestivo.
3. La enfermedad celíaca y la intolerancia al gluten son lo mismo
Es importante no confundir la enfermedad celíaca con la sensibilidad al gluten no celíaca. Mientras que la celíaca es una enfermedad autoinmune que provoca daño intestinal y requiere un diagnóstico médico, la sensibilidad al gluten no celíaca no causa daño al intestino ni activa una respuesta inmunológica. Las personas con sensibilidad al gluten pueden experimentar síntomas similares, pero no tienen los mismos riesgos ni el mismo tratamiento.
4. Una dieta sin gluten siempre soluciona los síntomas de la enfermedad celíaca
Si bien seguir una dieta estricta sin gluten es el único tratamiento para la enfermedad celíaca, no todos los pacientes responden de la misma manera. Se estima que alrededor del 20% de las personas con celiaquía experimentan síntomas persistentes a pesar de evitar el gluten. Las exposiciones accidentales al gluten, incluso en pequeñas cantidades, pueden causar reacciones y dificultar el control de la enfermedad. Además, se están investigando tratamientos alternativos, como enzimas que descomponen el gluten, para mejorar la calidad de vida de estos pacientes.