La plancha no es un invento moderno. Su origen se ubica al rededor del siglo IV según registros en China, que indican el uso de un recipiente de lata con un mango, al que se le ponían brasas para quitar las arrugas de la ropa.
Más tarde se crearon planchas huecas, también conocidas como "planchas a carbón", que se llenaban con brasas. En el siglo XIX aparecieron las planchas de lavandería, que debían ser calentadas sobre fuego, agua caliente, gas o alcohol.
También ha habido otros métodos de planchado -incluso sin aplicar calor- pero la mejor forma de quitar las arrugas de la ropa es aplicando una mezcla perfecta entre temperatura y humedad de la prenda.
Afortunadamente en el siglo XXI ya contamos con planchas eléctricas para sacar las arrugas que deja la lavadora, y con solo enchufar podemos regular la temperatura, agregar agua para aplicar vapor, y elegir el modelo ergonómico que más se acomode a la mano.
Aún así, planchar puede ser un proceso tedioso. Y siempre está el riesgo de quemar la ropa por un descuido. Lo bueno es que no toda la ropa requiere planchado, y aquí te dejamos algunos consejos para que planchar sea más fácil, rápido, y sin accidentes.
¿Qué necesitarás para planchar?
Además de una plancha y ropa que planchar, debes pensar en una superficie que resista el calor, y donde puedas dejar apoyada la plancha caliente. La mejor opción es una tabla de planchar ajustable, que puedas acomodar a una altura que te resulte agradable, ya sea de pie o sentado.
La mesa del comedor es una gran opción si no tienes una tabla, pero asegúrate que resista el calor, pon una tela gruesa entre la mesa y la ropa que vas a planchar, y ten mucho cuidado de dónde apoyarás la plancha cuando estés manipulando la ropa.
También es buena idea tener una playlist entretenida o un podcast para escuchar mientras planchas, pero no algo que te invite a mirar a otro lado, arriesgando una quemadura de ropa.
Paso a paso de cómo planchar tu ropa
Lo primero que debes hacer, es asegurarte que todas las prendas se puedan planchar. Por ejemplo, no debes aplicar calor a ropa con estampados, ya que dañaría el diseño.
Una vez tengas claro cuál ropa puedes planchar y cuál no, sigue los siguientes pasos:
- Revisa la temperatura ideal de planchado para cada prenda, que debería estar especificado en la etiqueta. Separa usando ese criterio para ajustar la temperatura de la plancha de la forma más eficiente posible.
- Prepara la superficie donde vayas planchar, ya sea una tabla o una mesa.
- Llena el depósito de agua de la plancha, siguiendo las instrucciones de uso correspondientes. Si perdiste el manual de tu plancha, puedes buscarlo en internet.
- Enchufa la plancha para que se caliente a la temperatura deseada.
- Pon una prenda en la tabla o mesa, y revisa que no queden pliegues antes de pasar la plancha por encima, para que no se marquen líneas indeseadas.
- Pasa la plancha por toda la prenda con movimientos constantes, sin dejar la plancha por más de un par de segundos en cada área. Repite el procedimiento con toda la ropa que desees planchar.
Consejos útiles de planchado
Si ya no tienes todas las etiquetas de tu ropa, te dejamos una guía simple para saber qué temperatura seleccionar:
- Plancha tibia: Para prendas de seda, poliéster, nylon, acetato y fibras acrílicas. Si esos nombres no te dicen nada, tienden a ser telas más suaves y livianas.
- Plancha caliente: Para ropa de lana y tejidos similares.
- Plancha muy caliente: Para telas de algodón y lino, como camisas.
Plancha por el revés
Algunas telas delicadas requieren ser planchadas por el revés, ya que el calor puede incluso cambiar ligeramente el color de la prenda. Una buena idea es aplicar este consejo a toda la ropa, y así evitar cometer errores.
Usa vapor para que planchar sea más fácil
Humedecer las prendas ayuda a "ablandar" las arrugas, haciendo que el planchado sea más fácil. Actualmente todas las planchas domésticas tienen un sistema de liberación de vapor para ese fin.
Usa una plancha que te acomode
Especialmente si tienes mucha ropa que planchar, es importante que tu plancha te haga el trabajo más fácil. Si puedes elegirla, busca una que se sienta cómoda en la mano, pero también que sea fácil de usar.
También existen planchas a vapor, que son muy útiles para planchados rápidos y sin detalles, pero no para camisas o pantalones de vestir, que llevan una línea de planchado imposible de hacer solo con vapor.