En la antesala del anuncio gubernamental sobre proyecto de ley para reemplazar al Crédito con Aval del Estado (CAE), que se espera concretar este mes, se publicó el informe anual sobre educación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
El informe destacó la importancia de la educación para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, revelando una retribución económica a quienes finalizan sus estudios superiores y se insertan en el mercado laboral. En promedio, se estima que aquellos que poseen un título universitario podrían incrementar sus ingresos en un 56% en comparación a quienes solo poseen estudios secundarios.
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¿Cuál es el impacto de los estudios superiores en los ingresos mensuales y cómo quedó el ranking?
Según el informe de la OCDE, Chile lidera el ranking de países con mayor incremento salarial luego de cursar estudios superiores. En concreto, mientras que el promedio es de un 56%, nuestro país logra un alza del 161% para quienes logran acceder al mercado laboral con un título universitario. Así quedaron los primeros lugares del ranking:
País | Porcentaje de aumento |
---|---|
Chile | 161% |
Colombia | 155% |
Brasil | 145% |
Costa Rica | 102% |
En segundo lugar, se encuentra Colombia con un 155%, seguido de Brasil con un 145% y Costa Rica con un 102%. En este sentido, el estudio evidencia que los estudios superiores tienen una mayor ventaja en Latinoamérica que en otros países del bloque, considerando que en el otro extremo de la lista se ubican Noruega con un 18% y Dinamarca con un 24%.
Por otro lado, se reveló que el tipo de educación superior también conlleva a diferencias en el salario que podrían ser sustanciales. Por ejemplo, mientras que quienes tienen títulos técnicos profesionales tienen un aumento del 40%, quienes poseen uno de pregrado aumenta hasta un 180% y, con una mayor diferencia quienes poseen estudios de postgrado como magíster o diplomados el alza puede ser de hasta un 460%.
Por lo anterior, el informe destaca que “reducir las barreras financieras para el acceso a la educación superior de estudiantes desfavorecidos es un desafío para la mayoría de los países, considerando que no existe un modelo único para lograrlo”.