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Guardiola, de los rasguños al ciclo agotado

¿Qué sucede con el equipo de inagotable ambición que dirige el español?

Pep Guardiola Pep Guardiola vive su primera gran crisis en el City, una condición que le ha afectado profundamente.

Los rasguños en la cara de Pep Guardiola son tan gráficos y sintomáticos como el momento de su equipo. Desde su llegada en 2016, ganó seis títulos de Premier y la primera Champions en la historia del City. Además, construyó a uno de los mejores equipos de la historia. Desde aquella época, esta es la primera vez que su equipo transmite sensaciones de fin de ciclo.

Lo más paradójico es que lejos de dar una señal de alejarse de la banca Citizen, Pep -después de mucho meditarlo- tomó la decisión de renovar su contrato por una temporada más. Se convenció incluso cuando ya sabe que se irá su principal escudero, el director deportivo Txiki Begiristain.

¿Cómo un equipo voraz e inagotable en su ambición puede desplomarse, apenas un año y medio después de ganar la Champions League y dominar el mundo?

Una pregunta que no sólo tiene una respuesta.

1- Cuando la cabeza está ordenada, todo fluye con naturalidad. El éxito del City, durante muchos años, tuvo que ver con la enorme capacidad organizativa del club. Le arrebataron toda la estructura administrativa al Barcelona más imponente de la historia. Hoy, el conflicto jurídico con la Premier amenaza al club con el descenso administrativo si se demuestra que incumplió las reglas, situación que permea en todos los estamentos de la institución.

2- Esta es, sin duda, la temporada con más lesiones que Guardiola ha debido enfrentar en el banquillo. La gran mayoría de los jugadores ha tenido intermitencias entre la cancha y la camilla -John Stones es el último en caer-, situación que agudiza la elección del entrenador de armar planteles cortos, para gestionar de mejor manera los egos y los minutos del vestuario.

3-La exigencia de tener a un entrenador que te exprime al máximo, se puede agotar si los futbolistas no rellenan de manera oportuna su ambición. La fatiga emocional que supone tener a un líder como Guardiola, puede deshilachar relaciones personales que son fundamentales para competir en la élite mundial.

4-Rodri, el sistema en sí mismo. Una especie de extensión del entrenador en la cancha. El futbolista que maneja la estructura y los ritmos, tuvo una lesión de gravedad y se perderá toda la temporada. Sin él, el equipo es menos equipo. Un dato revelador: en la Premier League, el City pasó de ser el decimosexto elenco al que menos le remataban por el carril central, a ser el tercero de los que más le disparan, precisamente en la zona donde se mueve Rodri. Lo dijo Guardiola hace días: “Es insustituible”.

Ese equipo lleno de adrenalina, hoy es nervio puro. Pocas sensaciones deben ser más demoledoras mentalmente que sentirte frágil después de dominar el fútbol europeo. “La excepcionalidad que hemos vivido en los últimos años no es eterna. A veces bajas”. Fue la explicación del catalán tras sumar su quinta derrota consecutiva. (Este dato no considera el resultado del duelo ante Liverpool que se juega este domingo).

Guardiola enfrenta el desafío menos común de su carrera. Revertir una tendencia oscura con un equipo derrumbado anímicamente en una institución que tambalea, que convive con una plaga de lesiones y que perdió a su mejor jugador.

El tiempo nos dirá si Pep aún tiene la paciencia como virtud imprescindible para persistir; pero, seguramente, cuando pase la tormenta se fortalecerá, porque para sacar lecciones es muy malo sufrir y es muy bueno haber sufrido.

En sus manos -o más bien en su mente, para evitar los rasguños- tiene la posibilidad de torcer el peor momento de su carrera.

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Comentarista y Conductor en TNT Sports, Televisión Nacional de Chile y Balong.