Si alguien duda de que los equipos se arman desde atrás, Deportes La Serena es una prueba más de que lo primero es cerrar el arco. El conjunto de Erwin Durán se proclamó campeón y retornó a Primera División con apenas 15 goles en contra en 30 partidos. Sumó 70 puntos, en una campaña inolvidable. Los datos son contundentes. La valla de Eryin Sanhueza terminó intacta en 17 cotejos y mantuvo el invicto en las últimas 19 fechas.
Con esos antecedentes era imposible no conseguir el retorno a la serie de Honor. Durán fue de los últimos entrenadores en firmar y por eso el plantel tardó en conformarse. El técnico venía de una mala campaña en Puerto Montt, pero antes llegó a la promoción con Deportes Copiapó. Sabía los secretos de una división en que lo habitual es ordenarse en el fondo, ser firme en el juego aéreo, disponer de un buen lanzador y un delantero con peso.
Los cuatro de la zaga se recitaron casi de memoria desde el inicio, con Diego Sanhueza, Lucas Alarcón, Enzo Guerrero y Raúl Osorio. Vicente Durán también tuvo minutos. En la mitad de la cancha batallaron Sebastián Díaz y Sebastián Molina, con la conducción del uruguayo Sebastián Gallegos. El oriental manejó el equipo, marcó los tiempos con su criterio y pegada. Arriba, Lionel Altamirano regaló un campeonato brillante. Fue el goleador del Ascenso, con 22 tantos, en un cuadro que hizo 42.
En la medida que avanzó el certamen, los rivales eran intimidados. Sabían que el pleito estaba casi sentenciado si recibían un gol. Ese mensaje se difundió, sobre todo después de la fecha 10. Uno de los méritos de Durán es que no permitió que el equipo se derrumbara luego de la caída en la tercera fecha. En La Portada, Wanderers lo derrotó 2-1. Un contundente 4-2 a la fecha siguiente sobre Santiago Morning disipó cualquier atisbo sobre el temperamento de este plantel. Lo que vino después fue histórico. A partir de la fecha 20, la interrogante era cuándo ascenderían los granates. Luego del descenso de 2022 en La Florida ante Audax Italiano, Deportes La Serena retorna a Primera División.
La otra B
No es exagerado decir que el resto de los clubes protagonizaron otro campeonato. Cuando aún se disputa el segundo ascenso, es necesario destacar el rendimiento de Deportes Recoleta. El conjunto dirigido por Luis Landeros, con Sebastián González en la dirección deportiva, se instaló en la semifinal del playoff. Sin grandes recursos, pero con dos futbolistas por puesto, varios de ellos con recorrido en la división, dio el campanazo. La conducción del argentino Federico Martin, como mediocampista central, el ímpetu de Oscar Salinas en la media punta y la polenta de Germán Estigarribia en el ataque fueron vitales. No es usual recurrir a arqueros jóvenes. Landeros se la jugó por Jaime Vargas e Ignacio Sáez, seleccionado Sub 20, a préstamo de Universidad de Chile. Vargas (28-10-2004) era el titular, pero sufrió una lesión larga.
Magallanes reflejó la idea de Ronald Fuentes. El sello de la Academia fue la pelota a ras de piso, ocupar el campo a lo ancho, con extremos bien abiertos, y la presencia de Joaquín Larrivey, autor de 19 goles en la fase regular. Cuando un entrenador pregona esta idea es clave el convencimiento de los jugadores y un terreno de juego apto. La cancha del “Luis Navarro Avilés” de San Bernardo siempre lució óptima.
Un detalle importante en los albicelestes. El presidente Cristián Ogalde cree en el fútbol joven. Por eso Magallanes tiene entre sus titulares a Matías Vásquez, Alonso Walters, Felipe Espinoza, Javier Quiroz y Manuel Vicuña. Relevante es el aporte del golero uruguayo Mathias Bernatene, quien ofreció seguridad en el elenco que remató segundo en la temporada.
Otro protagonista fue Rangers, que definirá con Deportes Limache el segundo ascenso a la división de Honor. Los talquinos comenzaron con Juan José Luvera, pero en junio determinaron que Emiliano Astorga tomara la banca. El exzaguero ascendió a Cobreloa en 2023 y cuando fue cesado en el norte, estuvo listo para aceptar el reto. Su receta es conocida: orden defensivo y salida explosiva. El uruguayo Gastón Rodríguez en el arco, la sobriedad de Bastián San Juan, el trajín de Alejandro Márquez, la zurda de Mauro González y el fervor de Gustavo Gotti en el ataque se instalaron como la columna vertebral de los rojinegros.
Un par de párrafos merece Deportes Limache. Con Víctor Rivero en la dirección técnica, quien los lideró al título en la 2D de 2023, construyeron una escuadra aceitada desde la zaga y de eficaz contragolpe. No se equivocaron con los extranjeros. Los argentinos Rodrigo Moreira y Gonzalo Paz fueron los centrales, mientras Facundo Juárez fue el émbolo. Arriba, Nelson da Silva se cuadró con 15 goles. Gran inicio, una mala racha en la segunda rueda, pero alcanzaron a recuperarse para meterse en la liguilla.
Destacado el trabajo de Hernán Peña y Luis Marcoleta, en Santa Cruz y Santiago Morning. Bien Javier Torrente en la Universidad de Concepción, que tomó al equipo cerca del descenso y estuvo cerca de clasificar al playoff. Titánica tarea de Damián Muñoz en San Felipe. A su arribo -comienzo de la segunda rueda- llevaba apenas 4 puntos. Terminó con 26 unidades.
Consagratorio el año de Cristián Muñoz en Barnechea. El entrenador, con uno de los presupuestos más bajos de la categoría, hizo 50 puntos. Pero los yerros administrativos de su institución lo dejaron en la última posición. El Tribunal de Disciplina le restó 45 puntos. Gonzalo Tapia Pérez, con 21 goles, estuvo entre los tres mejores jugadores de la serie. Una actuación sobresaliente del formado en Universidad de Chile. Se dio una vuelta larga. Palestino le entregará la opción de jugar en Primera División.
Los fracasos estuvieron en Santiago Wanderers y Deportes Antofagasta. Con seguridad dos de las planillas más altas, no consiguieron el objetivo de subir. Los caturros ni siquiera accedieron a la liguilla. Los Pumas, con una zaga que concedió 36 goles, fue eliminado en cuartos de final del playoff por Deportes Limache. Los nortinos armaron, una vez más, un plantel con nombres relevantes. En las instancias decisivas, se apreció falta de oficio en la banca.