Colo Colo, flamante campeón de la Copa Libertadores de 1991, aterrizó en Tokio para disputar la final de la Copa Intercontinental, ante el campeón de la Copa de Europa, el Estrella Roja de Yugoslavia.
Aquella copa, que era disputada por los equipos campeones de Europa y Sudamericana, distinguía al ganador como campeón del mundo. Algo verdaderamente inédito para el fútbol chileno, y el Cacique, con aquel título histórico de la mano de Mirko Jozić, se ganó el derecho de disputar aquella final en tierras asiáticas.
Eso sí, el partido no tuvo matices, el cuadro yugoslavo fue superior durante todo el encuentro y ganó la final por 3 goles a 0 con dos tantos de Vladimir Jugović y una diana de Darko Pančev, que coronaron al por entonces campeón de Europa, en campeones del Mundo, dejando al cuadro Albo con las ganas de otro título internacional.