Paulo Díaz tiene una relación de amor y odio con los hinchas de River Plate. Si bien en su momento el chileno era uno de los más elogiados, en el último partido contra Banfield fue pifiado y se llenó de insultos antes del pitazo inicial en el Monumental de Núñez.
Un incómodo momento para el futbolista de La Roja, quien venía de recibir varias críticas por su rendimiento y, sobre todo, por el gesto que tuvo tras la eliminación del Millonario en Copa Libertadores, donde se puso la camiseta de Atlético Minero, la cual cambió con Eduardo Vargas, en pleno círculo central de la cancha.