Si hubiera un premio internacional, tipo Puskás, que galardonare al patadón más espectacular de la temporada, ya habría un candidato fijo. La escena se registró en la Liga Luqueña de Paraguay, torneo que según el folclore guaraní es brava con B mayúscula.
Jugaban el 6 de Enero con Teniente Herreros Bueno, cuando un jugador de la visita le propinó una patada criminal a un rival. Roja directa, aunque el jugador expulsado juraba por su mamita que no fue nada...