El laureado ex entrenador sueco, Sven Goran Eriksson, padece un cáncer de páncreas terminal que, lamentablemente, ya lo hace pensar en la muerte, pues los doctores le dieron un año de vida. Eso sí, como en un partido, hasta que el pitazo final no se escuche aún hay cosas por hacer, y a sus 76 años hoy cumplió uno de sus más grandes sueños: dirigir al Liverpool. El adiestrador estuvo al borde de la cancha en un partido de leyendas frente al Ajax y, como era de esperarse, recibió una ovación en Anfield. Emocionante es poco.