Corrían 51 minutos de la final entre Rosario Central y Platense para encontrar al campeón de la Copa de la Liga Profesional del fútbol argentino, cuando un duro choque entre dos de los jugadores ofreció una de esas postales que uno nunca quiere ver.
La caída al césped de uno de los jugadores de Platense, con la mirada perdida y absolutamente tieso preocupó a todos los presentes, pero en especial al ex técnico de Universidad de Chile, Mauricio Pellegrino, pues el malogrado era su hijo Mateo.
El jugador de 22 años, perteneciente al registro de Vélez Sarsfield fue trasladado en ambulancia directamente desde la cancha, mientras la transmisión mostraba a su preocupado padre en la tribuna del estadio Madre de Ciudades de Santiago del Estero, lugar donde se desarrolló el juego.
Para tranquilidad de Pellegrino y su familia, el jugador se retiró de la cancha consciente pese a la rudeza del golpe, dejando todo como una incidencia del partido que finalmente ganó Rosario Central por 1-0 y significó el volver a lograr un título tras cinco años.