El Clásico Universitario entre el Club Universidad de Chile y el Club Deportivo Universidad Católica, el partido excluyente de la duodécima fecha del Campeonato Nacional de Primera División, duró solamente 31 minutos.
El juez del encuentro, Francisco Gilabert, se vio obligado a suspender el duelo debido a los serios incidentes que protagonizaron los hinchas azules. Bengalas, bombas de ruido y fuegos artificiales varios, con un grupo de alrededor de 30 encapuchados como directos responsables.