Nuevos hechos de violencia sacuden el fútbol colombiano. Y es que cuando corría el minuto 70 del partido entre Unión Magdalena y Junior de Barranquilla las barras de ambos equipos se pasaron al campo de juego y se enfrentaron entre sí, lo cual se volvió incontrolable por la seguridad del estadio.
Volaron sillas, piedras y también hubo combos. El partido terminó suspendido y Unión Magdalena, quien hizo de local, arriesga una dura sanción por los incidentes durante la tarde este sábado. Según lo estipulado, el club tendría que pagar una suma millonaria de dinero y perder los puntos en disputa.