Columna de Gerardo Ayala | ¿Falcón traidor? … Por favor, déjense de joder

Puede criticarse la forma como procedió el “Peluca” – de hecho, él lo reconoce-, pero de ahí a utilizar los términos utilizados para denostar al jugador, como lo han hecho los hinchas en redes sociales es simplemente un absurdo.

Maximiliano Falcón se fue de Colo Colo por la puerta de atrás. (Agencia ATON)

“Dentro de poco tiempo más voy a tener la suerte, la alegría, de ser padre y una de las decisiones que tomé es empezar una transición tecnológica”.

Esta frase la pronunció Gabriel Boric, refiriéndose a la forma como las redes sociales han ido deteriorando la vida de los chilenos y con la esperanza de que su próximo hijo no se vea afectado por estos avances tecnológicos que han sido a su vez un retroceso en la calidad de la convivencia entre los seres humanos.

Porque sin quererlo se han transformado en el elemento ideal para que los desadaptados, desequilibrados y resentidos sociales saquen a la luz lo peor que llevan dentro.

Recuerdo esta reflexión del mandatario a propósito de todas las barbaridades que se escribieron en redes sociales (especialmente X, antes Twitter) por el caso Maximiliano Falcón.

Comprendo perfectamente al hincha colocolino que esté dolido por la forma como se va a un jugador que, a fuerza de garra, empuje y corazón se metió muy hondo en los sentimientos de la fanaticada.

Sería absurdo pretender que aplaudieran al “Peluca”, especialmente por la actitud poco profesional y criticable que él adoptó para presionar a la dirigencia de Blanco y Negro. En eso el jugador uruguayo se equivocó rotundamente y fue el primero en reconocerlo.

Pero, de ahí a calificarlo de traidor y desearle poco menos que lo fracturen en Estados Unidos y no pueda jugar nunca más al fútbol hay tanta o mayor distancia que la que separa a Santiago de Miami.

¿Traidor? ¿Por qué? ¿Por querer asegurar su futuro, ganando en el Inter cuatro o cinco veces más de lo que gana en Colo Colo?

No entiende, acaso el hincha, que esto es fútbol profesional y que incluso aquellos entrenadores que invocan el término “amateurismo” cobran más que cualquier mercenario.

¿O acaso los que escriben en redes sociales y a su vez trabajan – que siempre he pensado que son los menos- dudarían un momento en cambiarse de pega si le ofrecen un aumento considerable de sueldo?

Fútbol profesional, entiéndanlo y déjense de joder. Como bien lo dijo Claudio Borghi cuando lo contrataron como entrenador de Independiente: “Es verdad, yo he sido hincha de Racing desde chico, pero no vengo acá para tocar el bombo, sino que para dirigir al primer equipo”.

Si tan grave fuera esto que hizo Falcón, también podrían entrar a calificar como “traidores” a Mauricio Isla, Sebastián Vegas y Jonathan Villagra que llegan a Colo Colo en circunstancias que siempre han declarado su fanatismo por Universidad de Chile.

¿Tiene algo de malo? Por supuesto que no, como no lo tuvo que Leonel Sánchez, Adolfo Nef y Sergio Navarro – figuras emblemáticas del Ballet Azul- hayan defendido la camiseta del Cacique o que un ídolo albo como Severino Vasconcelos haya contribuido al retorno de los azules a Primera División.

PREOCÚPENSE MEJOR POR LOS PROBLEMAS QUE ESTO LE CREA A ALMIRÓN.

El uruguayo se va del Cacique.
Maximiliano FalcónEl uruguayo se va del Cacique.

Porque sí o sí la partida de Maximiliano Falcón es un dolor de cabeza para el entrenador, que seguramente vislumbraba una línea de tres que reunía todas las características defensivas que obsesionan a un técnico.

Con el buen pie y la velocidad en la cobertura que caracterizan a Sebastián Vegas, más la fiereza en la marca y en la capacidad para ganar los dueños individuales que son patrimonio del “Peluca” y de Alan Saldivia (más el relevo que significa la presencia de Villagra), Colo Colo cumplía con el sueño que significa armar un gran equipo desde atrás hacia adelante.

Ahora, sin Falcón tiene que buscar obligadamente otro central que le de esa personalidad y guapeza que infundía el uruguayo. Porque los tres centrales de los que ahora dispone Almirón son buenos jugadores, pero con otras características.

Dicho en otras palabras, son defensas de alto rendimiento, pero ninguno de ellos podría identificarse como “patrón en el fondo” y menos aún los veo echándose al equipo al hombro, como lo hiciera Falcón en tantos partidos en que la mano venía difícil o agrandándose en los clásicos.

¿O tan pronto se olvidaron los escribas del absurdo del importantísimo partido que Colo Colo le gana a Junior en Barranquilla o los duelos en que siempre salió triunfante ante Fernando Zampedri o Leandro Fernández?

Para terminar, una reflexión: ¿no se habrán apresurado en Colo Colo al dejar partir, sin hacer nada por retener a Emiliano Amor, que ahora podría solucionar todos los problemas que deja la partida de Falcón?