Columna de Danilo Díaz: En la cancha, los grandes regalaron emoción

“La presencia de los dos grandes en la disputa por el título es una gran noticia para el fútbol local, pero las reclamaciones de la U contra Colo Colo, generaron un clima áspero y turbio, que embarró la cancha”.

Superclásico Colo Colo y Universidad de Chile pelearon el título todo el año. Foto: Agencia Aton (FELIPE ZANCA/PHOTOSPORT/FELIPE ZANCA/PHOTOSPORT)

Algo hay que hacer. No es posible que cada año, desde 2020, los escritorios irrumpan en el fútbol chileno para modificar el destino de la pelota. En cualquier categoría, sean clubes grandes o chicos, nadie duda a la hora de recurrir a los tribunales de la ANFP para conseguir algún beneficio. Ser campeón, lograr un ascenso o mantener la división son los motivos que llevan a los dirigentes a enarbolar la bandera de las bases o reglamentos y torcer el veredicto del campo de juego.

En esta temporada 2024, Colo Colo y Universidad de Chile fueron a larga distancia los dos mejores del campeonato. A la última fecha llegan con 66 y 64 puntos, respectivamente. El tercero, Universidad Católica, suma 46 antes de cerrar su participación frente a Coquimbo Unido en Santa Laura. La presencia de los dos grandes en la disputa por el título es una gran noticia para el fútbol local, pero las reclamaciones de la U, acusando desacato de Jorge Almirón, el técnico albo, generaron un clima áspero y turbio, que embarró la cancha.

Lo más probable es que en el futuro las notables campañas del Cacique y la U queden en el olvido, porque el epílogo, con denuncias y apelaciones, se llevó la atención de la prensa y los aficionados. Lamentable. La segunda rueda de Colo Colo es histórica. El cuadro de Almirón encadenó 13 triunfos y un empate, ante los azules en el Estadio Nacional, hasta la fecha definitiva, frente a Deportes Copiapó en el “Luis Valenzuela Hermosilla”.

Colo Colo y la U han protagonizado una lucha memorable. Foto: Aton
Colo Colo y la U han protagonizado una lucha memorable. Foto: Aton

Descendido hace dos partidos, el cuadro de Hernán Caputto no parece disponer de los argumentos suficientes para amagar la conquista de la estrella 34 de Colo Colo. El conjunto popular exhibió un juego macizo, con alta posesión, mucha circulación de la pelota, juego por los costados, pero también por los pasillos interiores. El argentino Javier Correa le dio una cuota de jerarquía al ataque que no disponía en la primera rueda. El cordobés hizo goles relevantes para sostener la atropellada. Anotó en los 1-0 con Everton y Universidad Católica, abrió la ruta con Cobresal y Deportes Iquique, cuadrándose con el empate parcial 1-1 en La Cisterna ante Palestino.

Buena segunda rueda de Lucas Cepeda, que paso a paso se consolidó en la titularidad. En el arco, Brayan Cortés quedará en el recuerdo por su doble atajada frente a Audax Italiano, que impidió el 2-0 en el Monumental. Alan Saldivia mantuvo su regularidad, Arturo Vidal influyó en el final del torneo y a Carlos Palacios le alcanzó con ráfagas para desequilibrar.

En la vereda del frente, Gustavo Álvarez ratificó su condición de entrenador confiable. El argentino venía de ser campeón con Huachipato y afrontaba el mayor desafío de su carrera. Cumplió a cabalidad. Armó un equipo sin grandes nombres, consolidó un funcionamiento y tuvo la cuota de jerarquía que requería con el retorno de Charles Aránguiz.

Universidad de Chile, luego de casi cinco años paupérrimos, ansiaba recuperar la estabilidad. Los 64 puntos que lleva en 29 partidos, con 19 victorias, siete empates y tres derrotas reflejan que el Chuncho volvió a sus fuentes. El plantel de Álvarez hizo una campaña que en otro momento lo llevaba al título. Con la clasificación asegurada a la fase de grupos de la Copa Libertadores, enfrenta en la fecha final a Everton. Un rival duro, que luce la eficacia de Rodrigo Contreras. La ilusión por el título choca con la realidad. Sería un batacazo que Copiapó robara puntos a Colo Colo. Los pupilos de Caputto vienen de tres derrotas seguidas, ya bajaron y totalizan 23 puntos.

Veremos qué ocurre en el cierre. En la cancha, los dos grandes respondieron a las expectativas. Si consolidan estos rendimientos en el tiempo, será un buen punto de partida para creer en la recuperación del fútbol chileno.