Casi no nos dimos cuenta y las Eliminatorias Sudamericanas a la Copa del Mundo ya están de regreso. Chile, ahora con Ricardo Gareca en la banca, enfrenta dos compromisos de calibre opuesto. El jueves 5 visita a Argentina en Buenos Aires, vigente campeón del mundo y bicampeón de América; el martes 10 recibe a Bolivia, desde hace una década, la peor selección del continente.
No hay duda de que el pleito en el Monumental de River son palabras mayores y el cotejo en Ñuñoa suena a trámite para mantenerse con vida en el camino al Mundial de 2026. Eso en los papeles, porque rumbo a Rusia 2018 y Qatar 2022, Bolivia se llevó dos empates. La realidad del fútbol chileno impone cautela. Hoy, como estamos, con escaso peso en el área rival, todos los adversarios son complejos.
Mauricio Isla, el único sobreviviente de la Generación Dorada
No será cualquier fecha eliminatoria para Chile. El retiro de Claudio Bravo y la lesión de Alexis Sánchez determinan que los jugadores que surgieron con posterioridad a la Generación Dorada por fin asumen la responsabilidad. Sólo se mantiene Mauricio Isla, acaso el más anónimo de los futbolistas que nos dieron gloria durante una década.
Los momentos de los jugadores son la clave en estas instancias. En la mitad de la cancha Gareca dispone de un amplio abanico. Rodrigo Echeverría y Williams Alarcón en Huracán de Buenos Aires arriban con un sólido rendimiento; Felipe Loyola se ganó de inmediato un lugar en Independiente de Avellaneda. Muy meritorio. En Flamengo, Erick Pulgar recobró la titularidad, mientras Marcelino Núñez ratifica su continuidad en el Norwich de la Championship inglesa. Cinco cuerdas para dos o tres trompos, de acuerdo con el sistema que propone el seleccionador nacional.
A la ausencia de Sánchez se sumó la lesión de Diego Valdés. El volante del América sufrió una luxación acromioclavicular del hombro izquierdo, que lo deja fuera de combate, más allá de su llegada a Santiago este domingo. Será la oportunidad de Carlos Palacios. De buen presente en Colo Colo, el mediapunta formado en Unión Española tiene la posibilidad de convencer a Gareca.
En la zaga también habrá novedades. Descartado Igor Lichnovsky por su operación en la rodilla derecha, con Guillermo Maripán sin competencia (no juega desde el duelo con Canadá por la Copa América), es posible que Matías Catalán acompañe a Paulo Díaz como primer marcador central. Eduardo Vargas y su gol en los descuentos por Atlético Mineiro frente a Gremio es una excelente noticia.
El 3-2 anotado por Vargas es una buena sensación en el ataque, donde Bruno Barticciotto resalta por sus seis tantos en Talleres de Córdoba. Ben Brereton es titular en el Southhampton, pero su equipo genera muy poco. Darío Osorio en el Midtjylland danés es opción junto a Víctor Dávila, uno de los que convenció a Gareca.
Estamos lejos de las grandes ligas, lo sabemos, pero estos son los nombres que forman la columna vertebral de una convocatoria que desnuda el letargo en el que cayó el fútbol local. La intensidad será una de las banderas de este equipo, en el que sobrarán los obreros. Consagrar un artista sería una bendición.