Columna de Danilo Díaz: Chile y un sábado decisivo

“La Copa América se puso jodida para la Roja, que llegaba a Estados Unidos con el riesgoso optimismo que dan los amistosos y no calibrar esa realidad”.

Alexis Sánchez enfrenta su momento más crítico desde que debutó en la Selección Chilena. (KEVIN JAIRAJ/EFE)

No hay calculadora, pero sí la obligación de ganar a Canadá. Chile cayó de forma inapelable ante Argentina en una noche donde Claudio Bravo reiteró su condición de arquero de primer orden. La Copa América se puso jodida para la Roja, que llegaba a Estados Unidos con el riesgoso optimismo que dan los amistosos y no calibrar esa realidad.

La confianza se amparaba en los partidos frente a Albania, Francia y Paraguay, donde el equipo anotó ocho goles. En la verdad irrefutable de los puntos, donde los rivales juegan a “Cara de Perro”, al cuadro de Ricardo Gareca le costó demasiado. En el 0-0 con Perú no le apuntó al marco y solo dispuso de las dos situaciones de Alexis Sánchez en el primer tiempo. Recién los remates de Rodrigo Echeverría ante Argentina, en los minutos 71 y 75, fueron al arco y encontraron la respuesta del sólido Emiliano Martínez.

Chile se fue frustrado del Metlife Stadium de Nueva Jersey porque acarició la igualdad frente al campeón del mundo, desde siempre, el rival más duro de nuestra historia. La verdad del juego es clara. Los 90 minutos fueron de Argentina y el derechazo de Lautaro Martínez puso justicia a un trámite que siempre resultó incómodo para el cuadro de Ricardo Gareca.

La selección salió a esperar, porque proponer un partido golpe por golpe era un suicidio. El ritmo que imponen los volantes Rodrigo de Paul, Alexis MacAllister y Enzo Fernández es frenético, acompañados por Nahuel Molina, Nicolás Tagliafico, Julián Álvarez y Nicolás González. Lionel Messi toma palco, maneja su energía y participa cuando las circunstancias lo demandan, aunque ahora está duda por la molestia que tuvo ante Chile.

 El Tigre enfrenta su primera gran prueba al mando de La Roja. EFE.
Ricardo Gareca El Tigre enfrenta su primera gran prueba al mando de La Roja. EFE.

En la raya para la suma, el orden del cuadro nacional, la forma en que se agrupó en su zona, con el notable trabajo de Rodrigo Echeverría, junto a la solvencia de la dupla de centrales formada por Igor Lichnovsky y Paulo Díaz, permite abrigar esperanzas para los duelos de visita en la eliminatoria. A no extraviar la mirada: el objetivo central es clasificar a la Copa del Mundo y para eso es determinante cosechar puntos fuera casa.

Los apuntes nos permiten plantear, casi de forma majadera, que las dificultades de la Roja están en la definición. Sánchez no es goleador, pero llegó a la zona de fuego en el estreno; Echeverría es volante de corte y metió dos derechazos que enseñaban una hazaña. El tema es que, con Canadá, las circunstancias del cotejo obligan a tomar la iniciativa. Será riesgoso, porque el conjunto de Jesse Marsch se caracteriza por la salida rápida, como lo demostró ante Perú. Jonathan David es un centrodelantero de élite en el Lille de Francia, Alphonso Davis es de los mejores laterales o extremos izquierdos del mundo y Jacob Shaffelburg sorprende por su gambeta y velocidad.

El ideal es avanzar a cuartos de final para sustentar el proceso. No hacerlo será un golpe que pondrá piedras en el camino y abrirá las dudas de quienes creían que la llegada de Gareca provocaba un milagro. El fútbol, sabio como siempre, nos recuerda que, sin jugadores de nivel, las expectativas tienen que ser moderadas. Chile posee una base interesante, batalladora, pero sin golpe de nocaut. Encontrarlo es fundamental.