Colo Colo, Universidad de Chile y Universidad Católica inician su preparación en un año en que es necesario una mejoría sustantiva. Los tres están obligados a superar con largueza sus actuaciones de 2023, donde quedaron al debe.
En el caso de los albos, no llegar a la fase de grupos de la Copa Libertadores resultó decepcionante y obliga al conjunto que ahora adiestra Jorge Almirón a disputar las fases preliminares del principal torneo del continente. Si es capaz de avanzar habrá dado un paso fundamental, sin obviar que la mirada está en el título. Justo cuando el Cacique se encamina a su centenario es necesario recobrar el protagonismo, en un plantel con falencias de tres cuartos de cancha en adelante.
En el caso de Universidad de Chile, la llegada de Gustavo Álvarez, técnico campeón con Huachipato, implica una definición. En la U creen que es el hombre indicado para instalar a los azules en la disputa por el título, reflejado en las palabras de Michael Clark, presidente de Azul Azul. Los nombres que llegan por ahora no son resonantes, pero al menos fortalecen una estructura que en 2023 se quedó corta.
La presencia de Marcelo Díaz, preveniente de Audax Italiano, es un guiño a los hinchas que reclamaban la inclusión de un jugador con historia y peso en el club. Si consiguen un delantero de nivel las esperanzas reaparecerán, en un año en que retornan al Estadio Nacional. Jugar en Ñuñoa es un aditivo para el Chuncho, que dispondrá de una multitud. Llamativa es la presencia de Maximiliano Guerrero, un extremo que en Deportes La Serena mostró una enorme evolución, graficada en su llamado a la selección chilena.
Universidad Católica ratificó a Nicolás Núñez e intenta recomponer su plantel, pero encuentra una dificultad: tres de sus extranjeros (Franco di Santo, Nehuén Paz y Gari Kagelmacher) no están en los planes del entrenador. Un tema para resolver con prontitud y rearmar una plantilla que en 2023 ofreció demasiadas fisuras, sobre todo en la zona de los volantes. En la mitad de la cancha las opciones eran escasas. Clasificar a fase de grupos de la Copa Sudamericana es un paso fundamental para los cruzados. Coquimbo Unido, su rival en el cruce eliminatorio, no es una valla no menor.
La UC tendrá que caminar, lo más probable hasta octubre, sin su estadio de San Carlos de Apoquindo. Es indudable que, desde el inicio de las obras de remodelación de su cancha, Universidad Católica lo pasó mal. En la campaña que se inicia el nombre de Fernando Zampedri es clave. Tetragoleador del fútbol chileno, su peso en el área a esta altura es un patrimonio cruzado.
Fieles a su historia, los tres grandes de nuestro fútbol requieren dar vuelta la página a una temporada en la que estuvieron lejos de responder a las expectativas que generan en nuestro medio. El título es la obligación, pero alcanzar la Copa Libertadores en la fase de grupos es un aceptable premio de consuelo.