Columna de Danilo Díaz | El peso del Cacique

“En Colo Colo, después de la experiencia de 2022, entienden que las definiciones del plantel deben estar encaminadas, porque este libro de pases es corto y con menos alternativas”.

Colo Colo El Cacique será protagonista de la fecha 29.

Atropella Colo Colo y en el fútbol chileno se sabe que sus arremetidas son en serio. Sin grandes luces, pero con el peso de la historia y un plantel que igual es más fuerte y mejor que sus rivales de la competencia local, los albos acechan a Cobresal. Están a dos puntos de distancia y pillaron a Huachipato, quedándose con el segundo lugar por mejor diferencia de goles.

El calendario favorece al conjunto que adiestra Gustavo Quinteros. Enfrenta a Unión Española y a un descendido Curicó Unido. Salvo un cataclismo futbolístico, tendría que sumar los seis puntos. Los hispanos vienen de una paliza ante Unión La Calera y su penúltimo lugar en la tabla de visitantes otorga un dato contundente. El cierre en La Granja, ante un rival que perdió la categoría, es un regalo de Navidad.

Cobresal depende de sí mismo para ser campeón y el duelo ante Universidad de Chile marcará la pauta de lo que vendrá para el cierre el viernes 8 de diciembre. Si prevalece la lógica, Colo Colo será campeón o llegará segundo. En ambos casos disputará la fase de grupos de la Copa Libertadores, que le garantiza un piso importante de ingresos. A diferencia del año pasado, cuando el plantel se desarmó en un par de días, en esta oportunidad el directorio de Blanco y Negro está avisado de que necesita fortalecerlo. Al menos dos delanteros y quizás un jugador por línea es el mínimo. En el lateral derecho necesitan otra alternativa. Después habrá que conocer los requerimientos del entrenador.

¿Cuál entrenador? Quinteros es un nombre que suena para la selección nacional. Si en la ANFP estiman que es el hombre para suceder a Eduardo Berizzo tienen que actuar con prontitud. Si el exzaguero sólo forma parte de las especulaciones periodísticas o de algún interés particular, se sabrá por decantación. De Quilín no lo llamarán y la continuidad estará garantizada. En Colo Colo, después de la experiencia de 2022, entienden que las definiciones del plantel deben estar encaminadas, porque este libro de pases es corto y con menos alternativas.

El juego y el peso de las individualidades denuncian que si Colo Colo aspira a pasar la fase de grupo en la Libertadores es imperativo fortalecer un plantel que alcanza para el consumo interno, pero que está lejos de los estándares que requiere la competencia internacional.

En estos días previos a la definición del campeonato nacional surgió un nuevo conflicto en Macul. El estado de la cancha del estadio Monumental, debido a los conciertos de Roger Waters y The Cure. Son ingresos sustantivos para la institución, que posee una operación grande y que desde la pandemia enfrentó una serie de naturales contingencias económicas. El campo de juego fue sacrificado. Su aspecto resultó lamentable y lo más probable es que el domingo, cuando Colo Colo reciba a Unión Española, el tema reflotará.

Una vez más operará la lógica de que la necesidad tiene cara de hereje.