El Ascenso se apronta a vivir su fecha 18 con un líder que sacó 10 puntos de ventaja a falta de 39 en juego. Deportes La Serena, con Erwin Durán en la banca, consiguió dos triunfos vitales en el inicio de la segunda rueda, sobre rivales directos y exhibe un tranco que, de no mediar un cataclismo futbolístico, lo depositará en la Primera División de 2025.
Los argumentos de los granates están en el fondo. En 17 partidos sólo recibió 10 goles. Barnechea, sorprendente escolta, y San Marcos recibieron 19. Números que hablan de una gran concentración, porque en nueve encuentros el arco que defendió Eryin Sanhueza en 16 ocasiones (fue expulsado ante Universidad de Concepción) se fue con la valla invicta. No importa que Barnechea, Magallanes, Santiago Morning, Rangers, Limache, Antofagasta, Wanderers y Santa Cruz lo superen en materia ofensiva. Por ahora le bastó con 23 tantos y disponer del goleador del campeonato, Lionel Altamirano, que se cuadra con 13 conquistas.
Otro dato relevante. Sin tomar en cuenta los penales y tiros libres directos, Deportes La Serena convirtió en siete ocasiones en jugadas de pelota muerta. Una fortaleza clave en este tipo de competencias, como sucedió con Deportes Antofagasta 2005. Ese equipo de Hernán Ibarra llegaba poco, pero en los balones detenidos no perdonaba y eso le bastó para subir.
La seguridad defensiva nunca tuvo buena prensa ni respaldo de los hinchas. Con cierta demagogia, se instaló casi como si fuera una artimaña cuidar el rancho, cuando uno de los principios fundamentales de todos los deportes colectivos -el básquetbol, por ejemplo- es la defensa.
A la hora de los nombres propios, el lateral derecho Diego Sanhueza cumple una gran campaña y muestra argumentos para jugar en la categoría superior. Con oficio, Enzo Guerrero, Lucas Alarcón y Raúl Osorio completan la zaga. Los tres conocen sus virtudes y limitaciones. Por eso no corren riesgos. La mitad de la cancha es trascendente en el conjunto de Durán. Conocedor de la división, tuvo ojo para reclutar al uruguayo Sebastián Gallegos, con buena pegada, panorámica y movilidad al recibir casi siempre libre. Lo secundan Sebastián Díaz, clave en la recuperación, y Ethan Espinoza, atrevido y con manejo.
El trabajo del joven Juan Ignacio Figueroa es destacable. Por la franja derecha va y viene, aporta desahogo y llega hasta la línea de fondo. En el centro del ataque, Altamirano sabe los secretos del ascenso. Aguanta de espalda, pelea todos los cabezazos, choca a los centrales y aprovecha las que tiene. Suficiente para conformar una oncena que no deslumbra, pero posee un plan de juego y lo ejecuta con seriedad y eficacia.
Los triunfos sobre Antofagasta y Magallanes mostraron autoridad. En San Bernardo mordieron en el momento preciso ante un adversario aceitado, que venía de eliminar sin dificultades a Unión Española de la Copa Chile. Deportes La Serena se armó en silencio, casi desde el anonimato.
El anhelo del retorno se ve cerca.