Médico que recomendó internar a Maradona: “Llevarlo a la casa me parecía arriesgado”

“Conociendo al paciente, yo no lo hubiera sugerido”, señaló hoy Mario Schiter en el juicio que busca esclarecer la muerte del Diez.

Sigue el juicio por la muerte de Diego Maradona

Mario Schiter, exmédico de Diego Maradona que recomendó internarlo a una clínica de rehabilitación tras su última operación y luego participó de su autopsia, declaró este martes en el juicio que busca esclarecer si siete profesionales de la salud son culpables de la muerte del astro y opinó que la internación domiciliaria fue “arriesgada”.

“Llevarlo a la casa me parecía, al menos, arriesgado. Conociendo al paciente, yo no lo hubiera sugerido, porque más allá de todas las patologías, no era paciente sencillo de manejar”, dijo el médico y agregó que “el centro de rehabilitación era un lugar más protegido para él”.

Schiter fue parte del equipo médico que en el año 2000 trasladó a Maradona a Cuba y lo trató allí por severos problemas cardíacos derivados de su consumo de sustancias, hasta su recuperación.

Cuando en noviembre de 2020 Schiter se acercó a la Clínica Olivos, donde Maradona había sido operado de un hematoma subdural en la cabeza, no le permitieron ver a su antiguo paciente, pero pudo acceder a su historia clínica, de la que extrajo que Maradona seguía siendo “un paciente muy complejo con pluripatalogías de difícil control”, según expresó en su declaración este martes.

En la reunión en la que se decidió cómo continuar el tratamiento de Maradona, Schiter propuso trasladar a su expaciente a una clínica de rehabilitación, pero luego de un receso se le comunicó que se iba a “optar por una internación domiciliaria”.

Si lo hubieran dejado ver a Maradona, “se lo hubiera dicho”, dijo Schiter, y añadió: “No quiero decir que hubiese cambiado la historia, pero hubiese hecho el intento”.

Una de las hijas de Diego Maradona en el juicio por la muerte de su padre. EFE
Jana MaradonaUna de las hijas de Diego Maradona en el juicio por la muerte de su padre. EFE

Post mortem

El día en que Maradona cumplió 60 años, casi un mes antes de su muerte el 25 de noviembre de 2020, se lo vio caminando con dificultad, pálido y sudoroso, en el estadio del club Gimnasia y Esgrima de la Plata, en el que se desempeñaba como entrenador.

“La autopsia me ayudó a confirmar la sospecha clínica de un paciente que conocía hace muchos años, por verlo en televisión en las imágenes que son de público conocimiento”, dijo Schiter, a quién la exesposa de Maradona, Claudia Villafañe, le pidió que participara como veedor de la autopsia.

De la misma, que le pareció “muy prolija, profesional”, el médico pudo determinar que había una “insuficiencia cardíaca latente” que, debido al “incumplimiento de los cuidados que debía haber tenido”, derivó en una insuficiencia cardíaca global, y terminó “generando el cuadro de anasarca (edema generalizado), que seguramente le llevó unos cuantos días acumular ese líquido”.

La audiencia continuará este martes con la declaración de Verónica Ojeda, quien tuvo una relación intermitente con Diego Armando Maradona entre 2005 y 2014, de la que nació Diego Fernando Maradona, que hoy tiene doce años.

Son juzgados en este proceso el neurocirujano Leopoldo Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov, el psicoanalista Carlos Díaz, la doctora y coordinadora de la empresa Swiss Medical Nancy Forlini, el médico Pedro Di Spagna, el coordinador de enfermeros Mariano Perroni y el enfermero Ricardo Almirón.

La enfermera Gisela Madrid también está procesada pero enfrentará un juicio por jurados, tal y como solicitó.

En este proceso, los jueces Maximiliano Savarino, Verónica Di Tommaso y Julieta Makintach deberán determinar si siete de los ocho acusados son culpables del delito de homicidio simple con dolo eventual, que tiene una pena máxima de 25 años de prisión.