Hasta donde se sabe, la relación amorosa entre Georgina Rodríguez y Cristiano Ronaldo sigue viento en popa. Una de las parejas más mediáticas del mundo ya llevan casi una década juntos, con tres hijos que los acompañan en Arabia Saudita, donde CR7 sigue rompiendo records anotadores.
Sin embargo, el vínculo entre ambos sufrió un sorprendente quiebre. No romántico, sino que comercial: la modelo argentina de 30 años decidió “independizarse” económicamente del futbolista y terminar el vínculo que compartían en una de sus empresas.
Georgina decidió dejar de ser accionista en Insparya Medical Clinic, centro que opera en Madrid y que se especializa en recuperación capilar y que brinda servicios tanto médicos como estéticos. Su gran apuesta son los injertos de cabello con tecnología de punta.
Según reporta la prensa española, la influencer era administradora de la empresa, pero en julio de 2024 su nombre dejó de aparecer en los registros oficiales. Y la razón es que justo en ese momento lanzó una aventura comercial propia: Bellalisa SL, una compañía inmobiliaria. Con el desafío de armar un proyecto de cero, decidió concentrar todas sus energía en este empresa.
Además, se sabe que Cristiano no tiene ninguna relación con Bellalisa, lo que demostraría la “autonomía” que Rodríguez buscaba, probablemente como una forma de probarse a sí misma y confirmar que ella también es capaz de generar millones por su cuenta.
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La decisión no fue nada sencilla. Georgina estaba totalmente comprometida con Insparya Medical Clinic como directora general y su rentabilidad supera los 10 millones de euros anuales, según los últimos registros contables. Con más 64 millones de seguidores en Instagram, sin duda que tiene una buena plataforma de seguidores que la apoyarán en este nuevo desafío.