El 20 de marzo de 2015, la vida del ex futbolista Pablo Otárola cambió para siempre. Ese día, quien por entonces era defensor central de Deportes Temuco sufrió un terrible accidente automovilístico que lo dejó para siempre postrado y dependiendo del cuidado de sus familiares.
Casi una década ha pasado desde entonces y, si bien en el entorno del ex zaguero han aprendido a vivir con la nueva realidad de Otárola, el accidente que sufrió hace algunas semanas el portero de San Antonio Unido Cristóbal Campos hizo, en cierta medida, que los recuerdos regresaran.
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Hermana de Pablo Otárola: “Fue como revivir todo lo que nos pasó”
En conversación con El Diario Concepción, la hermana de Pablo Otárola, Johana, cuenta que al enterarse del percance de Crístobal Campos, revivieron lo vivido hace casi 10 años.
“Fue como revivir todo lo que nos pasó con Pablo. De inmediato piensas en la familia de ellos, en que ojalá no sea tan grave. Recuerdo cuando a nosotros nos dieron mínimas posibilidades de que viviera y acá estamos. Ya han pasado casi diez años y es increíble cómo se ha dado todo”, explica.
Johana Otárola entregó detalles de cómo es el día a día del ex jugador formado en las inferiores de Huachipato. “Pablo ve comedias, novelas y es un niño, pero no quiere mirar fútbol. Lo noto porque baja la mirada, no abre mucho los ojitos, así que mejor le cambio la tele. Puede sonar extraño, pero conocimos a Pablo de una forma y nos fuimos adaptando a este nuevo Pablo, aprendimos a conocerlo otra vez”, cuenta.
El SIFUP no ha abandonado a Pablo Otárola
Desde el entorno del ex defensor, cuentan que el Sindicato de Futbolistas Profesionales nunca ha dejado de apoyar a la familia para sobrellevar la salud del ex futbolista. “Hemos estado siempre en contacto con Gamadiel García y el SIFUP nos sigue ayudando con sus pañales. Eso no se ha perdido”, relata.
Algo fundamental es el apoyo externo y, a propósito, Johana destacó la medida de San Antonio Unido de hacerle un contrato vitaicio a Campos; comparó ese hechon con lo que le sucedió a su hermano. “Me parece súper bonito lo que hicieron y demuestra gran preocupación de parte de su equipo. Es un hermoso gesto... (En el caso de Otárola) Pasaron unos meses y fue liberado por su club (Deportes Temuco). Nunca más supimos de ellos, pero ya pasó harto tiempo. Ya rearmamos nuestra vida”, concluyó.