En nuestros campeonatos nacionales tenemos algunas iconografías que son clásicas. No es un futbolero chilensis de tomo y lomo quien no haya escuchado alguna vez sobre el Chancho Lorenzo, el inolvidable porcino que daba la bienvenida al antiguo Chinquihue de Puerto Montt. O el cañoncito de Naval, que provocaba un estruendo cada vez que el Ancla marcaba un gol en El Morro. Y a nivel polideportivo, que indique quien no conoce al pilucho del Estadio Nacional.
Hoy, un nuevo símbolo local busca hacerse un nombre entre los íconos de los estadios chilenos. Y pertenece a Cobreloa, equipo que ya tiene un elemento tradicional en la lista de clásicos: la chicharra de las tronaduras de la mina, cada vez que el elenco loíno ataca, algo que si bien no se puede ver, sí se escucha y bien fuerte; la Unesco, por así decirlo, lo catalogaría como patrimonio inmaterial de la humanidad.
A partir del duelo de este viernes contra Cobresal, el público que asista al estadio en Calama se encontrará con una hermosa escultura a la entrada del recinto. Se trata, justamente, de una representación de un zorro, el animal característico de los naranjas; monumento esculpido por los artistas Ricardo López y Alejandro Gutiérrez y cuyo fin es honrar el ascenso del equipo a Primera División, luego de ocho temporadas en la B.
Y bien bonito es el cánido; tiene estampa, finura. El alcalde de la ciudad, Eliecer Chamorro, fue el encargado de descubrir la estatua que estará en la entrada principal del Zorros del Desierto.
Bañado en cobre y sobre una base de pimiento en madera petrificado
La escultura que las autoridades inauguraron en el acceso al estadio tiene algunas características especiales. Mide 4 x 2 metros y está cubierto por un material protector de pintura, lo que según los creadores permitirá conservarla, ante el inclemente sol de la capital de El Loa.
El edil de Calama profundizó. “Está sobre una base de pimiento (árbol tradicional del norte de Chile) en madera petrificada y sobre esta un acompañamiento de piedras marmolizadas. Todo el cierre es reciclado y bañado en cobre”, dijo la autoridad.
Así que ahí, a la entrada del reducto que Cobreloa espera transformar en fortaleza inexpugnable para esta temporada, la bienvenida estará a cargo de una hermosa escultura de un zorro. Ahora, ¿Se transformará en leyenda como el Chancho Lorenzo? El tiempo lo dirá...