A Dani Alves le llueve sobre mojado. El exjugador del Barcelona, acusado de agresión sexual por un hecho ocurrido el pasado 30 de diciembre, continúa en la cárcel a la espera de que su casa pueda resolverse a su favor.
El brasileño contrató un nuevo abogado recientemente para ver si al menos es capaz de sacarlo de prisión, para así luego defenderse ante la justicia como persona libre.
Lo que sí está claro es que su esposa, Joana Sanz, ya le soltó la mano. De hecho, la modelo recurrió a su Instagram y allí tomó una radical decisión: borró absolutamente todas las fotos en las que salía con Alves.
Quiebre total en la relación de Dani Alves
Este no es más que el golpe definitivo al futbolista por parte de su pareja, que ya había salido a hablar para dejar claro de qué parte estaba. Escribió hace unos días "Corazón, aguanta tanto dolor por favor", pero luego salió aclarar que esas palabras eran para ella misma: "No tergiversen o malinterpreten lo que digo. Es un mensaje para mí, para mi estado de ánimo".
En cuanto a lo judicial, las cosas no pintan nada bien para Alves, que ya ha sido acusado, además, de cambiar su versión en varias ocasiones.
Para colmo del jugador, la policía entrevistó a dos jóvenes acompañantes de la denunciantes, y ambos relatos coinciden con el de la víctima. El martes de la próxima semana se tomarán nuevas decisiones en el caso.
