Tras una vida dedicada al fútbol, Chile llora la partida de José Sulantay, exfutbolista y entrenador chileno, quien dejó un legado imborrable en el deporte nacional y en la formación de jóvenes talentos. Nacido un 3 de abril de 1940 en Coquimbo, Sulantay será recordado para siempre por su huella en la historia del balompié criollo.
Desde sus primeros pasos en Deportes La Serena, Sulantay demostró su destreza como delantero, dejando huella con su habilidad como wing e interior derecho. Su talento no pasó desapercibido, y en 1957 comenzó a alternar presencias en La Roja mientras se preparaba para el Mundial de 1962, dirigido por Fernando Riera. Aunque finalmente no fue convocado, su pasión por el fútbol siguió inquebrantable.
Con una carrera activa que abarcó 17 años, Sulantay dejó su huella en clubes como O’Higgins, Palestino, Antofagasta y Coquimbo Unido, equipo con el que se retiró del fútbol profesional. Sin embargo, fue como entrenador donde Sulantay encontró su verdadera pasión y se destacó por su innovadora metodología.
Su carrera como entrenador
Formado en 1970, Sulantay adoptó el sistema del fútbol total utilizado por la famosa Naranja Mecánica de los Países Bajos. Su enfoque consistía en hacer jugar a delanteros y defensas con funciones invertidas, además de emplear juegos de presión alta en espacios reducidos. Su objetivo era claro: formar jugadores polivalentes y comprometidos con el trabajo en equipo.
En 1983, tuvo su estreno formal como entrenador en Coquimbo Unido, un equipo que ascendió bajo su dirección. Luego, Sulantay alcanzó la gloria con Deportes La Serena, logrando el título de la Segunda División en 1987 y asegurando el ascenso a la máxima categoría.
Tras esto paso por Coquimbo Unido, donde logró un ascenso, y luego un exitoso paso por Cobreloa. En los loínos alcanzó un subcampeonato en 1991 cayendo ante el Colo Colo campeón de América, pero en la temporada 92, el equipo se destapó.
Con Sulantay el equipo logró la marca de más partidos invictos en una temporada del torneo, 26 específicamente entre las fechas 4 y 29, pero lo más importante, el quinto título de la historia del club.
La mente detrás de la Generación Dorada
Uno de los legados más importantes de su carrera como entrenador llegó cuando asumió la dirección de las categorías sub-17 y sub-20 de la Selección Chilena. En 2005, llevó al equipo juvenil al cuarto lugar en el Sudamericano, clasificándose para el Mundial de los Países Bajos, donde llegaron a los octavos de final.
Dos años después, el cuadro sub-20 alcanzó el cuarto lugar en el Sudamericano de Paraguay y se clasificó para el Mundial de Canadá. Acá llegó uno de los puntos más altos de la carrera de Sulantay, ya que el equipo dejó una huella indeleble. Tras superar la fase de grupos, La Roja avanzó hasta las semifinales, donde cayeron ante Argentina, pero posteriormente, tras vencer a Austria, el elenco nacional alcanzó el tercer lugar del mundo.
Más allá de los torneos disputados, bajo la tutela de Sulantay, un grupo de jóvenes futbolistas chilenos dio sus primeros pasos en la actividad. Entre los miembros más destacados de esta camada se encontraban nombres que más tarde se convertirían en leyendas del balompié nacional, como Alexis Sánchez, Arturo Vidal, Gary Medel, Matías Fernández y Mauricio Isla, entre otros, que impulsarían la denominada “Generación Dorada”, entregándole dos Copas América a la nación.
José Manuel Sulantay Silva partió dejando un legado impresionante en el fútbol chileno y en la formación de jóvenes talentos. Su visión innovadora y su pasión por el deporte trascenderán generaciones, recordándolo siempre como un verdadero maestro del fútbol y un ícono del deporte en esta larga y angosta faja de tierra.