El centenario Club Deportivo Ferroviarios de Chile es una institución indispensable en la historia de nuestro fútbol. Porque estuvo desde los albores del profesionalismo (fue fundado en 1916), también porque por décadas simbolizó el alma ferrocarrilera del Barrio San Eugenio y, evidentemente, porque por sus filas desfilaron futbolistas emblemáticos como Luis Fifo Eyzaguirre, Carlos Pluto Contreras, Humberto Chita Cruz, el mismísimo Leonel Sánchez y hasta la goleadora histórica de La Roja Femenina, Francisca Lara.
Hoy, pese al olvido de muchos, los aurinegros se niegan a desaparecer. Siguen luchando, ahora en el Grupo Centro de la Tercera B, es decir, la quinta categoría del ordenamiento futbolístico chileno. Ya no están en San Eugenio, sino en Estación Central, pues juegan como locales en el Estadio Los Nogales de dicha comuna.
La práctica de este martes transcurría como cualquier otra, bajo la conducción técnica del inoxidable entrenador Claudio Quintiliani. Una sorpresa mayúscula interrumpió la sesión: la presencia en Nogales del ministro de Desarrollo Social y Familia Giorgio Jackson, quien llegó a visitar al plantel y los dirigentes del club acompañado del alcalde de Estación Central, Felipe Muñoz.
¿El motivo de la presencia de la autoridad gubernamental? Según averiguó En Cancha, la historia se fraguó de la siguiente manera. A pocos metros del estadio de la Avenida Capitán Gálvez y a la hora del entrenamiento, el Presidente de la República, Gabriel Boric, firmaba el proyecto de ley que incrementa en 60 mil pesos el Bono Invierno.
Ministro Jackson compartió con el plantel de Ferroviarios
Una vez finalizada la actividad, el Primer Mandatario se percató de la presencia de Ferroviarios en la cancha aledaña por lo que intentó ir a saludar al plantel. Por problemas de agenda, finalmente no lo pudo hacer, por lo que el ministro Jackson tomó su lugar, acompañado por el edil.
La autoridad ministerial compartió con los dirigentes ferroviarios, con el plantel de jugadores y con el cuerpo técnico encabezado por Quintiliani. Incluso, se dio tiempo para patear un penal (perfectamente ejecutado, por lo demás) en el arco que da hacia el poniente del recinto nogalino.