Este sábado se enfrentaron el Ajaccio y Olympique de Marsella, en la última fecha de la Ligue 1. El partido terminó en un sorpresivo triunfo de los locales con un gol a los 88 minutos, lo que generó la alegría de la hinchada “L’ours”, pero no todo fue positivo, ya que se dio un acto que conmocionó a toda Francia.
Los fanáticos del club arremetieron contra el pequeño Kenzo y su familia, golpeándolos, empujándolos y quemándoles la camiseta que portaba el niño de ocho años. Esta historia ha dado la vuelta al mundo, ya que el joven hincha que se vio afectado padece un cáncer cerebral severo y estaba cumpliendo su sueño de ver al equipo de sus amores.
“Eran quince, así que no pude hacer nada. Me pasaron por encima, abrieron la puerta del camerino, le dieron dos puñetazos en la cara a mi marido, empujaron a mi hijo, que se cayó y se golpeó toda la cara con la barra de hierro del asiento”, comentó Amadine, la madre del pequeño, a la radio pública France Bleu.
Esta situación generó la respuesta inmediata de la dirigencia del Ajaccio que publicó un comunicado condenando esta situación: “El sueño se convirtió rápidamente en una pesadilla cuando Kenzo y sus padres, que llegaron con los colores de Marsella, fueron abusados vergonzosamente por individuos que irrumpieron en su vestuario”.
“Estas personas de ninguna manera representan los valores de nuestro club y nuestra isla. ¡Incluso la estupidez más extrema no puede excusar estos comportamientos! ¡El club condena enérgicamente estos actos indescriptibles! AC Ajaccio arrojará toda la luz sobre estas acciones vergonzosas”, finalizó el club.
Desde Francia informan que la Fiscalía de Ajaccio comenzó una investigación para encontrar a los responsables de este repudiable acto, que se suma a los disturbios provocados días previos al encuentro ante el Olympique de Marsella.