Ser esposa de futbolista no es fácil. Más allá de los flashes y los lujos que puedan darse, la historia de sacrificio de las parejas de cada jugador de élite sigue estando latente, y no se borra ni consiguiendo el más preciado trofeo.
Anoche Igor Lichnovsky gritó campeón en México por cuarta vez (primera en Tigres). Antes había alcanzado la gloria con Cruz Azul y Necaxa, y en todas las celebraciones estuvo a su lado Carolina Elizabeth, su esposa.
Ella ha sido parte fundamental de su éxito, acompañando al exjugador de la Universidad de Chile a todos los rincones, incluso los más exóticos, como el Medio Oriente, cuando el central decidió firmar por el Al Shabab de Arabia Saudita, en una travesía que duró una temporada y media.
Algo celosa de la exposición mediática (de hecho su Instagram es privado), Carolina se dejó ver anoche en el Estadio Akron, cuando Tigres dio el batacazo y derrotó a las Chivas a domicilio en la gran final del fútbol mexicano.
La blonda ingresó al campo de juego con sus dos hijas para festejar en familia junto a su marido, con el cual se casó en el 2018, y con el que espera seguir cosechando alegrías.