Preocupación y consternación provocó hoy el anuncio de Franco Torgnascioli, quien dijo que no podrá sumarse a la pretemporada de Everton de Viña del Mar porque recibió una muy mala noticia en Uruguay.
El golero debió ser operado de urgencia porque le detectaron un cáncer testicular, enfermedad que lo obligará a parar por un tiempo antes de retornar la actividad.
"Estoy a la espera de algunos resultados para seguir las instrucciones de los doctores y tener una buena y pronta recuperación", dijo el propio Torgnascioli en sus redes sociales.
Pero pese a lo duro que pueda sonar su diagnóstico, un cáncer no es impedimento para seguir jugando al fútbol de manera profesional, siempre y cuando se trate y se tomen todas las precauciones proferidas por un médico.
De hecho, hay varios casos de futbolistas reconocidos que se fueron al piso cuando recibieron una noticia similar, pero que volvieron en gloria y majestad luego de darle batalla al mal que los aquejaba, y en En Cancha te mostramos algunos ejemplos.
Eric Abidal
Eric Abidal debió hacerle frente a un molesto cáncer al hígado el 2011, que le apareció debido a una hepatitis B que lo persiguió durante toda su vida. Sin embargo, eso no le impidió seguir jugando en el Barcelona, y coronándose incluso campeón de Champions League el mismo año. Pese a ello, debió parar un año más tarde para realizarse un trasplante de hígado. "No sabes lo que es tener cáncer hasta que te ocurre. Es un combate real, que me provocó repensar todo y reorganizar mis prioridades", dijo más adelante.
Germán "Mono" Burgos
El año 2003, el popular Germán "Mono" Burgos debió parar varios meses porque un cáncer al riñón le impedía seguir jugando. Volvió a la actividad sin problemas y se retiró al año siguiente, en el Atlético de Madrid. El portero se convirtió posteriormente en compañero de mil batallas de Diego Simeone entrenador, cosechando éxitos en el elenco "colchonero".
Arjen Robben
Al igual que Torgnascioli, el crack holandés debió enfrentar al cáncer testicular cuando apenas tenía 20 años. El atacante fue operado y, producto de su alejamiento de las canchas, cayó en depresión, algo que lo complicó en su retorno. No obstante, el delantero se trató y volvió más prendido que nunca, haciendo su caso uno de los más notables, pues después brilló en cuadros como el Real Madrid, Chelsea y Bayern Múnich, y hasta se dio el gusto de jugar una final del mundo el año 2010.
Eduardo Berizzo
Aunque el "Toto" no padeció el cáncer siendo jugador, su caso sí que remeció al mundo del fútbol. El año 2017 le puso un alto a su carrera como entrenador cuando fue diagnosticado con cáncer de próstata. "Enfrenté mi enfermedad con mucha fuerza, pero no me siento una verdadera víctima. Fui operado y no necesité otro tratamiento que ese. Lo mío ha sido relativamente controlable, no he transitado momentos tan difíciles", dijo más tarde, agradeciendo la detección temprana de su mal.
Jonás Gutiérrez
"Me detectaron un tumor en un testículo después de sufrir un golpe fuerte en un partido y no entendía nada. Cuando me confirman que tenía cáncer me fui a casa llorando", dijo Jonás Gutiérrez, futbolista argentino que a los 31 años defendía al Newcastle y recibió esta mala noticia el 2013. Pero el "Galgo", lejos de bajonearse, le dio batalla a su enfermedad y le ganó, llegando a jugar sin problemas ocho años más, algo que podría replicar el portero de Everton.